Seis horas de concierto no bastaron para saciar a un público ávido por bailar las canciones que Tormenta, Los Iracundos, Paulina Tamayo, Los Terrícolas, el Trío Colonial y Leomanía ofrecían en el concierto Los grandes de América le cantan mamá.
fakeFCKRemoveLa plaza de toros Quito juntó, la noche del viernes, a los seis artistas para homenajear “a lo más sublime que Dios creó: las madres”, así lo dijo Édison Aguirre, primera voz del grupo el Trío Colonial.
A las 20 horas, el público, en su mayoría mujeres de mediana edad, recibió al conjunto ecuatoriano encargado de abrir una noche prometedora.
Después de 45 minutos de show, el Trío Colonial se despidió y agradeció a la gente por apreciar la música nacional. El público, junto con el presentador del evento, Fausto Arellano, quien también animó la noche, pidieron al grupo que regresara.
Después de un par de canciones más, Los Terrícolas de Venezuela fueron los segundos en presentarse. El público los recibió con aplausos y gritos.
“A ver Quito, cantemos para que se escuche en Venezuela”, dijo el cantante Ángel Fuentes. La gente bailó y coreó las canciones hasta que se derramaron un par de lágrimas de una que otra mujer que estaba en las primeras filas de los graderíos.
A las 21:45 tocó el turno a la cantante ecuatoriana Paulina Tamayo. La gente todavía seguía ingresando al predio.
Tamayo deleitó con su voz durante una hora. Con temas como El pasito tun tun, la artista logró levantar a todos de sus sillas y los hizo bailar y cantar hasta que bajó del escenario.
Minutos antes de las 23 horas, la gente aclamaba por lo más esperado de la noche: “Tormenta, Tormenta”. Minutos después, el animador presentó a la cantante argentina que arrancó su repertorio con Chico de mi barrio.
“Hola Quito. ¿Ustedes saben porqué me dicen Tormenta? Pues a mis 15 años era muy rebelde y usaba faldas muy cortas, pero mi verdadero nombre es Liliana Maturano”, contó Tormenta.
Pasada la medianoche fue el turno de Los Iracundos, de Uruguay. Tocaron aproximadamente una hora y la gente cantó con ellos todas sus canciones.
Leomanía de Argentina se lució y cerró el recital cerca de las dos de la mañana. La gente parecía salir del predio muy satisfecha.