El funk sonó la noche del viernes en La Bombonerita, en el norte de Quito. La banda fusión argentino- ecuatoriana llegó a Quito para presentar su repertorio de este estilo musical que hizo famoso el músico estadounidense James Brown, en la década de los 60.A las 20:00 en el escenario los músicos hacían su prueba de sonido y dejaban todo a punto para cuando la gente estuviera en el lugar. De a poco, los fanáticos de este ritmo llegaron y la primera imagen que los atrajo fue la consola de los DJ.A la derecha del escenario, este espacio era ocupado por dos personajes que bailaban mientras manipulaban los sonidos que la gente empezaba a bailar. Se trataba de DJ Lenny y DJ Sap Hermano del Espacio, quienes prefieren mantener su nombre real en el anonimato. “Así nos conoce la gente que nos sigue”. El primero de los dos tenía el cabello largo, y esa noche lo recogió. El otro, DJ Sap, llevaba en su cabello el estilo dreadlocks, como lo tenía Bob Marley. Su vestimenta guardaba una imagen como la que se usaba en la década de los 80 con pantalones acampanados, camisas con flecos y de colores fuertes.Ellos ponían música desde ese espacio para que los asistentes bailaran. También llamaban la atención de la gente que se acercaba a tomarles fotografías mientras programaban el sonido.La noche avanzaba y al escenario llegó la Familia Funk, una agrupación que integra a varios músicos de Ecuador y Argentina. La Fiesta de Funk Naciente empezaba con sonidos de rasgados de guitarras y con el bajo que sonaba con fuerza.Darwin Albarracín, de 25 años, llegó esa noche por el gusto que guarda por ese estilo musical. “El funk es libertad, es relajarse con el baile y el sonido melodioso”. Esa noche llevaba un pantalón púrpura que combinó con zapatos de caña alta color blanco, una camiseta blanca y, aunque el lugar estaba oscuro, llevaba unas gafas que le cubrían los ojos. Cuando el vocalista y guitarrista Juan Guerrero anunció que iban a sonar los temas de Brown, Albarracín gritó de emoción. A su acompañante, que también vestía con ropas de color fuerte, la tomó de la mano y se pusieron a bailar.La decoración del lugar también llamó la atención de los asistentes. Luces de colores con lámparas al estilo jamones colgaban de las paredes y de ciertos pilares. Figuras de dragones rojos colgados por las paredes hacía más vistoso el lugar.