Antonio de la Torre vuelve a sorprender en ‘Balada de trompeta triste’, la apuesta española que firma Álex de la Iglesia para lograr un León de Oro en el Festival de Venecia.
“Es importante en este oficio intentar arriesgar. Trato de ser valiente con mi oficio”, dijo De la Torre, que el año pasado acudió como ‘gordo’ al certamen italiano y este año lo hace como ‘payaso’.
En la tragedia grotesca, Antonio de la Torre da vida a un violento payaso de circo que en los últimos años del franquismo se enfrenta a otro compañero de profesión (Carlos Areces) por el amor de una mujer (Carolina Bang).
La historia de un amor perturbado transita en el convulso contexto de la España de los setenta. La cinta es también, según De la Torre, “una historia de violencia no curada. La historia, si no la afrontas, está condenada a repetirse”, afirmó el actor, quien quiso pronunciarse por el juez Baltasar Garzón y su intento por revisar los crímenes del franquismo.
En su opinión, los españoles llevamos una violencia dentro por no afrontar el pasado. “Creo que en España tenemos un problema con la violencia”, añadió.
Para el actor, una generación no es nada dentro de la historia y la Guerra Civil todavía está reciente. “No la hemos afrontado de una manera valiente, sana”, aseguró.
‘Balada triste de trompeta’ es la película más compleja y personal del director vasco, en la que se mezclan géneros y en la que los payasos sacan a relucir su lado más oscuro. Dijo estar orgulloso de participar en esta arriesgada película, que costó seis millones de euros. El mérito de Álex, dijo De la Torre, es que la película tiene una factura de superproducción de Hollywood y la rodaron en nueve semanas y media.