El Festival del Pasacalle puso a bailar al público

Diez mil textos de literatura e historia del Ecuador, en buen estado, se reunieron la noche del sábado en el marco del Festival del Pasacalle, que se realizó en el coliseo General Rumiñahui, en Quito.

Para ingresar al escenario, la administración del Municipio Metropolitano de Quito, organizador del show, solicitó al público canjear un libro por una entrada.

Las carpas para la recolección de las obras se instalaron desde las 10:00, en los exteriores del coliseo, comentó Carmen Ayala, del Departamento de Comunicación de la Alcaldía.

Durante la semana pasada, el público también pudo canjear su entrada en las ocho administraciones zonales de la ciudad.

Los libros se distribuirán entre los Centros de Desarrollo Comunitarios y el Centro Cultural Quitumbe, en el sur de Quito.

En el festival de música nacional, en homenaje al pasacalle, el primer grupo en salir al escenario fue el Trío Colonial. Los 10 000 espectadores, que saturaron los graderíos de las localidades general y tribuna, los recibieron con aplausos y gritos. El cariño del público fue reconocido por los músicos que dijeron: “Para nosotros es un honor estar frente a ustedes, un público selecto y cariñoso”.

El Trío Colonial puso a bailar a los jóvenes y adultos interpretando un mosaico de pasacalles. Sin embargo, el tema que hizo delirar a los espectadores fue En vida.

Los integrantes del grupo musical animaron al público con historias de amor y algunas bromas.

El siguiente grupo fue Ñanda Mañachi, que arribó al Rumiñahui desde Imbabura. El saludo inicial lo hicieron en quichua, solo hablaron español para decir: “¡Viva Quito!”.

Acompañados del ballet de su provincia, los músicos interpretaron varios temas de su autoría, entre ellos un mosaico de bombas.

Las hermanas Naranjo Vargas y Margarita Laso también recibieron los aplausos del público.

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