Murió a los 85 años y solo sus primeros cinco años de vida fueron en el anonimato. Shirley Temple, la primera gran niña prodigio de Hollywood, vio rota su infancia a los seis cuando fue a ver a Papá Noel a unos grandes almacenes y éste le pidió un autógrafo.
Pero tras alegrar a todo un país durante la Gran Depresión, lucho con el mismo ahínco en su edad adulta en una dilatada carrera diplomática.
“Siempre me consideré en la misma categoría que Rin Tin Tin. La gente en la Gran Depresión necesitaba algo con lo que alegrarse y se enamoraron de un perro y de una niña pequeña”, diría años después con ironía.
Algunas actrices nacidas en 1934, como Shirley McLaine o Shirley Jones, reconocerían más tarde que sus madres las llamaron así en plena “fiebre Temple”.
Hasta se inventó un cóctel con su nombre (una mezcla de Ginger Ale con naranja y granadina rematado por una guinda al marrasquino y un poco de limón).
Era el agradecimiento de una industria que encontró en ella la gallina de los huevos de oro, pero que nunca se molestó en preservar su inocencia.
Pese a que su terminó pronto, Temple no siguió el camino de la ingesta de pastillas, alcoholismo o escándalos sentimentales como sus contemporáneas Judy Garland o Elizabeth Taylor; más bien se alejó de la pantalla y luego saltó a la carrera política.
A continuación los momentos más representativos en la vida de la actriz
Los primeros pasos
Nació el 23 de abril de 1928 en Santa Mónica, California. A temprana edad su madre la inscribió en clases de danza y llamó la atención de un cazatalentos de Educational Pictures. En el periodo entre 1931 y 1933, Temple realizó dos series de cortos ‘Baby Burleks’ y ‘Frolics of Youth’.
Los años dorados
Educational Pictures quebró en 1933. Esto le permitió firmar un contrato con Fox Film Corpration, a finales de ese mismo año. Allí permaneció hasta 1940 y se convirtió en la actriz más lucrativa del estudio y la estrella más taquillera de Hollýwood. En 1934 se robó el corazón de la audiencia en el largometraje ‘Stand up cheer!’
El premio Oscar
A la edad de 6 años recibió el Oscar honorífico y sus huellas quedaron inmortalizadas en el paseo de la fama. Su popularidad creció tanto que, inclusive, el presidente de los EE.UU. Franklin Roosevelt le atribuyó el hecho de “haber ayudado a elevar la moral de los estadounidenses” en la crisis de 1929.
El ocaso temprano
Cuando Fox rechazó la oferta de MGM para que la actriz encarne a Dorothy en ‘El mago de OZ’, la carrera de Temple empezó a caer. El papel fue otorgado a Judy Garland y Shirley participó en ‘Sussanah of the Mounties’, el cual no fue bien recibido. Luego de varios intentos fallidos por retomar la fama se retiró en 1950.
Carrera diplomática
En 1968 apoyó al presidente Richard Nixon. Luego, en 1974, se convirtió en embajadora de los EE.UU. en Ghana. Además, George Bush (padre) le delegó como representante en Checoslovaquia. Además, fue una de las primeras mujeres en hablar abiertamente sobre el cáncer de seno y se opuso a la discriminación racial.