Si no fueran escritores, los guionistas de ‘Sr. Ávila’ fueran asesinos

'Sr. Ávila' es protagonizada por Tony Dalton que relata la historia de Ávila, un asesino a sueldo. La tercera temporada consta de 10 episodios de una hora de duración. Foto cortesía HBO

'Sr. Ávila' es protagonizada por Tony Dalton que relata la historia de Ávila, un asesino a sueldo. La tercera temporada consta de 10 episodios de una hora de duración. Foto cortesía HBO

'Sr. Ávila' es protagonizada por Tony Dalton que relata la historia de Ávila, un asesino a sueldo. La tercera temporada consta de 10 episodios de una hora de duración. Foto cortesía HBO

Una nueva trama de crímenes y corrupción son parte de la tercera temporada de ‘Sr. Ávila’, la serie de HBO que vuelve a la pantalla chica a partir de este domingo 24 de julio, a las 19:00. HBO Latin America anunció el estreno simultáneo de esta serie en Estados Unidos, América Latina y en la plataforma digital HBO Go y HBO On Demand.

Protagonizada por Tony Dalton, la serie relata la historia de Ávila, un asesino a sueldo, y la doble vida que mantiene para convivir con sus propios demonios. La tercera temporada consta de 10 episodios de una hora de duración, que sigue el ascenso de Ávila para tomar posesión de su nuevo cargo como ‘Señor de Señores’.

En una entrevista exclusiva para El Comercio, los guionistas Walter y Marcelo Slavich compartieron algunos detalles de esta producción filmada enteramente en varias locaciones en México.

Con respecto al miedo y al respeto, ¿cómo se desarrolla este término en la tercera temporada?

Walter: El respeto es algo diferente al miedo, el respeto real es el que se crea a través del ejemplo, tiene que ver más con admiración, quien pretenda lograrlo a través del miedo, bajo amenaza, es un respeto muy corto, que dura lo que dura una bala en llegar a la cabeza de alguien.

¿Cómo es sentarse a escribir a dos manos una historia?

Marcelo: Fíjate que tiene mucho que ver con el miedo, el no poder comer el mes que viene hace que nos sentemos a crear, que nos obliguemos a dejar de ser magos y ponernos a trabajar. En nuestro caso es la primera vez que nos encontramos en un proceso de hacer la tercera temporada de una serie. Para nosotros es algo nuevo y es maravilloso porque hay un punto donde se nos puede un montón de cosas, pero son los personajes los que dicen “no voy hacer eso”. Es un proceso por otro lado que lo encaramos con alegría y felicidad, pero por otro lado con mucha angustia, porque uno está intentando decir, bueno nos fue bien, está funcionando bien, tenemos que estar a la altura de eso y es una presión extra.

Como guionistas son hombres poderosos en el sentido que deciden sobre los personajes y a dónde va la historia. ¿Cómo se enfrentan a esa responsabilidad?

Marcelo: De cierta forma juegas a ser Dios, tienes el poder de la vida y de la muerte y estás creando. Desde ese lugar es muy difícil mantener un equilibrio y no decirle a tu mujer, familiares y amigos que no los desprecien. Pero también se sufre con la duda eterna sobre decidir si un personaje vive o muere. Nos ha pasado con el personaje de Ibarra, era un amigo de Ávila, uno de los personajes más auténticos y nos preguntábamos por qué lo matamos, pero por otro lado lo necesitábamos para la historia, para empezar a formar la base del personaje de Ávila.

¿De dónde surge la idea de crear personajes tan oscuros?

Walter: Nuestra madre nos hizo la misma pregunta, dice “qué hice para que ustedes… ”, qué monstruos somos, llegamos a la conclusión simple de que de no haber sido escritores, seriamos asesinos o estaríamos en un problema de delincuencia.

Marcelo: Y otra cosa, nosotros tenemos la capacidad de ser malos, pero decidimos ser buenos, nosotros pudimos haber sido malos y todo eso que ponemos en la serie lo pudimos haber hecho en la vida real.

¿Qué música escuchan cuando están escribiendo?

Walter: Escuchamos música de todo tipo, nos gusta mucho la música en español, nos gusta mucho Joaquín Sabina, obviamente escuchamos mucha música clásica pero también cosas como Rubén Blades, lo escuchamos para ver si se nos ocurre otra historia.

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