Los desfiles de alta costura hacen soñar

La alta costura ha tomado posesión de París cumpliendo una de sus misiones: hacer soñar, como lo hizo Dior creando un jardín de mujeres-flores en el primer día de desfiles y lo volvió a hacer ayer Armani desplegando elegancia. Y lo hará Chanel. “La Alta Costura evoca la perfección”, dijo Stephane Rolland, quien presentó ayer en el Teatro de Chaillot un deslumbrante desfile con toques espaciales y marinos, que concluyó con un traje de novia de corte moderno, cuya kilométrica cola en pesado raso blanco recordó bodas palaciegas. “Un vestido de alta costura es único, despierta emociones, hace soñar”, recalcó el diseñador Franck Sorbier, miembro ‘oficial’ del cerrado grupo que presentará su colección hoy en Sotheby’s. “Cada propuesta de la alta costura es única, desprende una poesía y una magia únicas ”, agregó. Si la alta costura debe hacer vibrar con su elegancia única, la casa italiana Giorgio Armani lo logró, al presentar ayer 43 modelos para el próximo otoño e invierno de su línea Armani Privé, donde primó la discreción y la elegancia urbana, declinada en tonos ámbar, gris, tabaco, blanco. “Un vestido de alta costura interpela los cinco sentidos, incluso el sonido, con el ruido de la tela”, indicó Béatrice Ferrant, que con su cómplice, Mario Lefranc, creó la casa Lefranc Ferrant. Esta fue invitada a desfilar por la Cámara de Alta Costura, que establece la estricta jerarquía y las reglas draconianas de este cerrado grupo. Lefranc Ferrant presentó ayer en el Palacio de Tokio una colección inspirada en las obras de arte y en la arquitectura de los puentes, cuya estructura intentaron evocar en la elegante armadura de las prendas, de corte impecable. “Para esta colección nos han inspirado los puentes, y algunos grandes arquitectos”, explicó Béatrice Ferrant tras el desfile de la colección.

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