La cantante estadounidense fue hospitalizada el pasado 24 de julio del 2018 tras sufrir una sobredosis con fentanilo, un opiáceo sintético 60 veces más poderoso que la heroína. Foto: Facebook Demi Lovato.
Las secuelas de la sobredosis que Demi Lovato sufrió el 24 de julio del 2018, en su vivienda en Hollywood Hills, podrían pausar su regreso a los escenarios y, en un peor panorama, no volver a cantar. Así lo informó una “persona allegada” a la artista estadounidense a la revista OK el martes 25 de septiembre del 2018.
El fentanilo, un opiáceo sintético 50 veces más potente que la heroína, fue la sustancia que, en fusión con la oxicodona, intoxicó a la cantante y los daños fueron tan graves, de acuerdo a la fuente anónima, que resquebrajó sustancialmente su voz y perdió su fuerza vocal. Si es irreversible, la exestrella de Disney tendrá problemas para retomar su gira Tell Me You Love Me World Tour en conciertos internacionales.
A pesar del impacto mediático que tuvo la noticia y su recaída en la adicción de drogas, la fuente asegura que Lovato confía en que podrá recuperarse en los próximos meses y cultivar la confianza en sí misma. Por eso, emprendió nuevamente terapias diarias de rehabilitación y se enfoca en el mejoramiento de su salud, después de estar hospitalizada por más dos semanas en el hospital Cedars-Sinai en Los Ángeles.
Según reportó el portal especializado en entretenimiento TMZ, su proceso de recuperación es positivo. El lunes, 24 de septiembre, salieron a la luz las primeras imágenes de la cantante tras el incidente. La imagen retrató a Lovato junto con una amiga y un perro recorriendo calles aledañas al centro de rehabilitación, cuyo nombre no se ha hecho público, donde se está desintoxicando.