El cineasta confiesa que en la realización de cortometrajes ha encontrado un espacio de expresión y satisfacción personal. Fotos: Diego Pallero/EL COMERCIO
Fue el 10 de febrero hace casi dos años que Ibai Fernández aterrizaba en el Ecuador, con una propuesta para dar clases de Narrativa Visual en una universidad privada de Quito.
Pronto descubrió que la cátedra no era lo suyo, pero en lugar de regresar a su natal España decidió quedarse en el país para trabajar en algunos proyectos audiovisuales que tenía en mente.
Así es como el cineasta y productor cambió la dirección de Elm St. Productions al Ecuador. Fernández convirtió el segundo piso de un edificio en el sector de El Batán, al norte de Quito, en su vivienda y estudio de trabajo.
En ese mismo lugar, una de las habitaciones está siendo transformada en el escenario de ‘Noche sin mañana’. Ese es el título del sexto cortometraje desarrollado por el realizador español en colaboración con La Nave Producciones y JCM Productions.
En estos dos años ha estado involucrado en la realización de un documental sobre la selección de fútbol, videos institucionales, campañas publicitarias y desde hace unos nueve meses es el proveedor de un programa de entretenimiento en una filial de Telesur.
Pero Fernández confiesa que la realización de cortometrajes ha encontrado un espacio de expresión y satisfacción personal. Asegura que, como producto, el cortometraje tiene un lenguaje, herramientas, tiempos, dinámicas y ventanas propias y distintas a las del largometraje.
Con una considerable reducción en los tiempos de consumo del audiovisual, Fernández explica que la industria del entretenimiento debería pensar en adoptar el corto, como una alternativa comercial y de expresión creativa.
Por eso, no quería dejar pasar más tiempo antes de rodar su siguiente historia. Con el guión como piedra angular de su trabajo empezó la tarea de reclutar al equipo de trabajo que hasta la fecha suman una decena de profesionales.
Admite que escribe sus historias pensando en los recursos técnicos, tecnológicos y humanos disponibles. Así se fue desarrollando la idea de ‘Noche sin mañana’, una historia que narra el encuentro de un reconocido pero erosionado escritor y una joven prostituta “hecha a la medida de las fantasías del escritor”, refiere el director.
Ibai Fernández dirigiendo una escena de ‘Noche sin mañana’. Foto: Diego Pallero/EL COMERCIO
Tras la lectura del guión, el actor Alfredo Espinosa fue el primero en sumarse al elenco. Para el segundo personaje se realizó un casting en el que finalmente fue seleccionada Antonella Moreno.
Entre los dos –dice Fernández- se desarrolla una relación mediada por una serie de dilemas y conflictos, a través de los cuales la historia dará varios golpes de giro. Para atraer al espectador, el director no duda en poner a sus personajes en relación directa con la muerte.
Video: YouTube, cuenta: Elm St. Productions
Con un esquema de trabajo meticulosamente organizado en una agenda que lleva a mano Fernández tiene previsto rodar el corto entre el 29 y 31 de enero.
“Tengo una forma de trabajo alemán que funciona como un reloj suizo”, dice Fernández sobre la agenda de ensayos con los actores, reuniones de trabajo con el equipo técnico y las pruebas de equipo y luz que, asegura, son indispensables antes de encender la cámara.
Con el estreno previsto para marzo, Fernández admite que el proyecto por ahora no representa un ingreso económico para ningún miembro del equipo, que primero es un ejercicio de experiencia y expresión que circulará en muestras y festivales.