No le importó viajar tres horas en bus de Riobamba a Quito para asistir al concierto de la banda K-pop surcoreana BTS que se proyectó en las salas de Cinemark en el Paseo San Francisco, en Cumbayá.
Nicole Herrera, riobambeña, de 17 años llegó a la capital acompañada de 10 amigas más, todas fanáticas de este grupo que sigue causando furor en el mundo.
Este sábado 12 de marzo del 2022 se presentó a nivel mundial el concierto denominado ‘Permission to dance on stage’.
BTS es uno de los grupos más famosos a escala mundial, ha conseguido romper una gran cantidad de récords y ha desbancado a más de un artista estadounidense de las listas de popularidad. Su música se escucha en todos lados y se convirtieron en el primer grupo surcoreano en presentarse en la entrega de premios Grammy.
A Nicole Herrera siempre le atrajeron los mensajes de las canciones de BTS que hablan entre otros temas, de la importancia del amor propio y de la superación.
Al llegar al cine se quedó sorprendida por la cantidad de admiradoras de la banda que se congregaron en este lugar. Aunque faltaba más de una hora para que empezara el concierto, había más de 100 jóvenes, en las afueras de las salas de proyección.
Entre ellas estaba Pamela Ochoa, de 21 años, quien llegó desde Latacunga para ver a su grupo favorito. La acompañaba su madre y su hermana menor, quien también comparte el gusto por esta banda asiática.
A esta joven, como a la mayoría de las asistentes, le costó mucho conseguir los boletos para el concierto. La página donde los vendían en línea colapsó varias veces y no pudieron adquirirlos. “Conseguimos los boletos en la segunda preventa, pero con mucho esfuerzo”.
Lo mismo le ocurrió a Sofía Ojeda de 15 años, quien confiesa que un día se quedó hasta la madrugada tratando de conseguir las entradas en línea. De hecho, los nuevos boletos de la segunda preventa se agotaron en una hora.
Adriana Carrillo y sus dos hermanas también acudieron este sábado 12 de marzo, al mediodía, al Cinemark para presenciar la proyección del concierto, pero también para vender más de 100 pósters con las imágenes de los integrantes de la banda.
Estos se vendieron como pan caliente antes de la función, pues solo costaban USD 1. Según Adriana, a la mayor parte de las jóvenes que siguen al grupo le atrae la cultura asiática, la habilidad para bailar de los surcoreanos, pero, principalmente, la letra de sus canciones.
Marcelo Quiroz, gerente del Cinemark, manifestó que el concierto fue un éxito. A escala nacional, es decir, para los eventos de Quito y Guayaquil se vendieron 3 000 entradas. Además, se habilitaron dos salas más en el Cinemark del Paseo San Francisco para dar cabida a las asistentes. En total se habilitaron cinco salas para proyectar el concierto.