‘La torre oscura’ está basada en la novela homónima de Stephen King. Foto: OUTNOW.CH
Al igual que la luz convertida en oscuridad por la interposición de la Luna, entre el Sol y la Tierra, ‘La torre oscura’ alberga la idea de dos elementos opuestos y complementarios, como germen de una historia intensa y un universo fantástico.
Basada en la novela homónima de Stephen King, el danés Nikolaj Arcel dirige esta adaptación cinematográfica, en la que esas fuerzas contrarias libran una batalla alrededor de una torre que se levanta como símbolo del equilibrio, en el centro del cosmos.
Al igual que esa torre, la saga literaria de ocho volúmenes, publicada a lo largo de 30 años como ‘La torre oscura’, ocupa el centro del universo literario del escritor, en la que además convergen personajes, historias y escenarios de otros libros.
En la versión cinematográfica, esas fuerzas están encarnadas por Roland Deschain (Idris Elba) y Walter O’Dim (Matthew McConaughey).
El primero, conocido como ‘El Pistolero’, es el último sobreviviente de un antiguo grupo de caballeros dedicados a proteger la torre. El segundo es un agente del caos, conocido como ‘El hombre de negro’, que tiene el objetivo de destruir aquel pilar.
Y en medio de los dos aparece Jake (Tom Taylor), un adolescente con una vida ordinaria en Nueva York, pero que lleva consigo la clave que podría inclinar la balanza en cualquier dirección.
Video: YouTube, cuenta: Sony Pictures España
Trastornado por una sucesión de sueños y visiones que no comprende, Jake conserva una serie de dibujos que lo llevarán a descubrir la Tierra Media, el universo paralelo donde se libra la gran batalla entre el bien y el mal.
Con una vasta obra literaria entre manos, fueron necesarios cuatro guionistas para dar forma a un relato que se construye desde el punto de vista de Jake. Desde la intimidad de su cotidianidad y el conflicto con sus padres, preocupados por las extrañas visiones, y que irá adquiriendo una dimensión épica a medida que se vaya revelando la Tierra Media y sus conflictos cósmicos, a los que se suman una serie de referencias a otros títulos del escritor.
Aunque Taylor no lo hace mal en su debut en la gran pantalla, la capacidad actoral de Elba y de McConaughey queda desaprovechada con la poca profundidad con la que se desarrollan sus personajes y cuya interacción, a la final, quedará reducida a una genérica lucha entre el bueno y el malo.
El filme queda en deuda con el tono oscuro y brutal que suele identificar a un novelista como King, pero mantiene un nivel de expectación y un ritmo aceptable, como para acercar la obra del estadounidense al gran público en las salas de cine.