Cien artistas actuaron para realzar el folclor de la negritud y sus valores .
Un encuentro de marimberos de las décadas de los treinta a los setenta revivió la cultura afro en Esmeraldas. Durante dos días, el viernes y sábado pasados, se juntaron bailarinas y bailarines, decimeros, músicos, poetas populares, cantantes y cantoras.
El espacio: el salón Nelson Estupiñán Bass del Núcleo de la Casa de la Cultura Benjamín Carrión, de la capital esmeraldeña.
Una mezcla de conocimientos y sabores, ritmos y colores invadió el escenario. Abundaba el champú, una bebida típica y nutritiva, preparada con maíz y aromatizada con hoja de limón, canela y clavo de olor. Las faldas y blusas floreadas de las mujeres se sacudían con el movimiento de sus caderas. Con sus voces entonaban arrullos para los santos, mientras retumbaban los tambores.
Los adultos mayores (todos con más de 60 años de edad) se mostraron como defensores de la danza y el folclor de la negritud. La intención del acto cultural era precisamente revalorizarlos.
El encuentro se denominó Chonta Fina. Fue organizado por la Asociación Francoecuatoriana La Tolita, que preside María de Lourdes Valencia, esmeraldeña radicada en Francia.
“Hemos reunido a los viejos marimberos, verdaderos exponentes de nuestra cultura. Son los mejores aunque antes no lo hayamos reconocido”.
Llegaron artistas de San Lorenzo, Eloy Alfaro, Rioverde, Atacames, Muisne, Quinindé y Esmeraldas. Sonaron sus tambores, cununos, bombos y la original marimba que se fabrica con la fibra de la palma que da la chonta fina.
Salomón Ayoví Corozo tenía las manos fuertes. Marimbero de 80 años, la agitación no lo dejaba hablar claro, aún así pronunció que le da tanto gusto tocar el bombo porque es como si lo transportara al cielo. “Moriré en mi ley, dándole al bombo con ánimo y esperanza, esto es mi vida”.
Como él, otros esmeraldeños demostraron ser especialistas en tocar para acompañar los cánticos de marimba. También hay quienes lo hicieron para los arrullos y para los alabaos, que es el canto dedicado a los muertos.
Con frecuencia, Salomón comparte sus saberes con sus vecinos de la isla Padro Viteri. “Toco el bombo cuando hay fiestas, en velorios y en días de recordación de los santos”. En Esmeraldas, los más adorados son: San Antonio, San Jacinto y la Virgen del Carmen. Quedará una memoria de este encuentro. Los organizadores preparan la edición de un libro bibliográfico de los cien artistas que participaron. Además, se editará un documental de las presentaciones. “Estos actos significan un gran aporte a nuestra cultura. El mundo de la negritud es noble y generoso. Buscan recuperar la identidad con una actitud sincera y eso es lo que demuestran cuando actúan”, dijo César Hernández, estudioso. El acto fue auspiciado por la Unesco, el Ministerio de Patrimonio, la CCE y el Ministerio de Cultura.
La presencia de Europa
María de Lourdes Valencia, mentalizadora del encuentro Chonta Fina, hace presentaciones artísticas de marimba en Italia, España y Francia, donde vive desde hace 13 años. Su grupo, integrado por seis jóvenes ecuatorianos, se llama Piel de Tambores. Con la Asociación La Tolita, además, brinda servicio de gastronomía típica esmeraldeña.
En actos culturales, en cumpleaños y matrimonios preparan bocadillos, encocao de camarón y encocao de gallina ahumada.
“Son platos apetecidos por los europeos”. En el mercado chino de París halla los productos que le da el sabor exquisito a la comida: chillangua, orégano, albahaca, plátano y camarón ecuatoriano.