México celebra hoy (8 de abril de 2014) el centenario del nacimiento de María Félix (1914-2002), pero su última pareja, el pintor francés Antoine Tzapoff, dice que en realidad nació seis años después y cumpliría 94. “Yo vi su pasaporte y estaba inscrito que nació en 1920”, dijo Tzapoff en una entrevista que publica hoy el diario mexicano Reforma.
Tzapoff, que vive en París, atribuye la versión de que nació el 8 de abril de 1914 a un libro que se publicó cuando Félix aún vivía. “En ese entonces se lo enseñé y me dijo: ‘Mira, puedes creer lo que quieras. Si me quieren dar 100 años o 120, me da igual”.
La emblemática actriz de la Época de Oro del cine mexicano, que hizo de sí misma un personaje de leyenda, era famosa por sus desplantes y cultivaba el misterio en torno a su figura.
En una ocasión, en 1986, siendo septuagenaria, un periodista le dijo que era una de las mujeres más bellas del mundo “a la edad que tiene”, a lo que ella respondió tajante: “¿Por qué a la edad que tengo? ¿A usted qué le importa?”.
De acuerdo con el acta de divorcio de María Félix y el compositor Agustín Lara, al terminar su relación matrimonial ella tenía 26 años. El divorcio se firmó el 24 de octubre de 1947, es decir que, según los datos del documento que se puede ver en Internet, ella habría nacido en 1921.
En cualquier caso en el metro de la Ciudad de México, en el panteón donde está enterrada y en distintas instituciones culturales se recuerda a Félix por los 100 años de su nacimiento.
La estación Polanco del transporte subterráneo expone desde hoy carteles de sus películas, mientras que en la estación Bellas Artes durante dos meses habrá una muestra de 14 vestidos originales y accesorios usados por Félix. Además, uno de los trenes de la línea 7 del metro será bautizado con su nombre y se exhibirán 28 grandes fotos de la actriz en la estación del metro Zapata.
Como parte de las conmemoraciones, el Club de Admiradores de María Félix hizo una estatua de tres metros de altura para llevarla al Panteón Francés con una escena de María Félix en la película “Enamorada” (1946), en la que se sujeta de una cruz en el atrio de una iglesia.
Según Tzapoff, a pesar de la imagen que creó de sí misma, María Félix era una mujer que necesitaba que la protegieran, aunque en los momentos de más dolor, como fue la muerte de su único hijo Enrique en 1996, sacaba la fortaleza interior.
“Siempre quería mostrar una imagen fuerte, pero en realidad no lo era tanto. Era una mujer que necesitaba que la consolaran, que la cuidaran”, dijo su ex pareja a “Reforma”. Sin embargo, “cuando murió su hijo, al que adoraba, de repente se volvió fuerte”, recordó.
“En los momentos difíciles se sobreponía a sí misma y se volvía la María Félix de la leyenda”. La actriz filmó 47 películas durante su carrera, entre ellas “El peñón de las ánimas” con Jorge Negrete y “La Bandida” con Pedro Armendáriz. Su muerte ocurrió mientras dormía el 8 de abril de 2002 cuando tenía 88 años, según el acta de defunción, que da por cierto, por lo tanto, 1914 como año de nacimiento.