Las neoyorquinas más famosas y descomplicadas de la televisión regresan en una nueva película, ‘Sex and the City 2’, que se enfoca en las aventuras que atraviesa Carrie después de casarse con Big. Aventuras con mucho glamour y frivolidad, que buscan satisfacer la curiosidad de los fanáticos impactados al ver a Carrie, la famosa columnista de relaciones personales, atarse al grillete de la rutina matrimonial. ¿Cómo le irá? Aquí está la respuesta, en 146 minutos.El tono de la serie de televisión está presente (los contrapuntos en los diálogos, los papelones de Samantha, las inseguridades de Charlotte y, sobre todo, la estupenda química romántica de Carrie y Big, a cargo de Sarah Jessica Parker y Chris Noth). Lo que descuadra un poco es que el guión no responde a la actitud provocadora de la serie, su punto más característico. ‘Sex and the City 2’ se ata a un esquema ya repetido: una boda, una crisis, un viaje y las lecciones de turno.En este caso, Carrie y sus amigas se van a Abu Dabi, el pujante emirato del Golfo Pérsico, invitadas por un jeque. El director Michael Patrick King convierte el viaje en muestrario turístico de Abu Dabi, que luce en todo su esplendor. Hermoso pero innecesario, pues todo lo que les ocurre a Carrie y a sus amigas, desde el punto de vista de la búsqueda interior, pudo ocurrir en otro lugar.En cambio, sí es un divertido acierto, casi una venganza del destino, enviar a Samantha, la promiscua del grupo, a un país tan conservador. Las escenas más graciosas le pasan a esta fogosa máquina de sexo casual (en plena menopausia), extraviada en un país en donde besar trae problemas con el sistema legal. El final es previsible y optimista, como en la TV; aunque las seguidoras de Carrie quizás terminen desalentadas por el grillete que su heroína decide llevar en el anular. Ojalá la perdonen.