La temporada de fiestas en el principado de Mónaco quedó inaugurada con el Baile de la Rosa la noche de ayer, sábado 29 de marzo.
Fue una velada en la que sorprendió Carolina de Mónaco, que apareció apoyada en un bastón y calzando zapatillas deportivas pero luciendo un elegante vestido de noche.
También acudió a la cita su hija Carlota, radiante con un vestido plateado, tres meses después de haber dado a luz. A diferencia del año pasado, en esta ocasión no la acompañó su pareja, el actor Gad Elmaleh.
Los anfitriones de la velada, el príncipe Alberto II de Mónaco y su esposa Charlène, posaron con Carolina, Carlota y su hermano Pierre Casiraghi, así como con el diseñador Karl Lagerfeld, que se encargó de decorar el salón.
En esta ocasión, el diseñador alemán se dejó inspirar por el constructivismo ruso a comienzos del siglo XX para decorar el ‘Salle des Etoiles’, en el Sporting Monte-Carlo.
Desde el techo del salón hasta la decoración de las mesas con las rosas que indicaban los nombres de los comensales, Lagerfeld ideó figuras geométricas como círculos, triángulos y líneas. Hasta las invitaciones fueron obra del octogenario diseñador. Con esta gala benéfica se recauda dinero para la fundación Gracia Patricia de Mónaco, más conocida como Grace Kelly y madre de Alberto y Carolina.
La fundación celebra este año su 50 aniversario y, entre otros, otorga becas para jóvenes músicos o bailarines, además de asistir a menores de escasos recursos. Los cerca de 800 invitados tuvieron que pagar 800 euros (USD 1 100) por la entrada. Asimismo también se recaudó dinero a través de una tómbola.
La nota musical de la noche la puso la cantante británico libanesa Mika, conocida entre otras por la canción ‘Grace Kelly‘. Y entre los invitados había numerosos rostros conocidos, como Guillaume Galienne, el actor francés recientemente distinguido con el César, así como la modelo sueca Victoria Silvstedt o el exciclista belga Jacky Ickx.