El cantante dijo en un comunicado que de su canción Color Esperanza no se han otorgado derechos para su uso en el partido UNES. Foto: Instagram Diego Torres
El miércoles 8 de julio de 2020, el cantante Diego Torres denunció el uso no autorizado de la canción Color Esperanza, por parte del partido Fuerza Compromiso Social, como parte de una campaña con fines políticos. Pero esta no es la primera vez que una canción del artista argentino ha sido utilizada sin permiso del autor para este fin.
En 2010, la canción titulada Sueños también fue utilizada en cuñas difundidas en medios de comunicación y mítines políticos por el gobierno del entonces presidente Rafael Correa para celebrar el aniversario de la revolución ciudadana. “Gracias a la gente de Ecuador que me avisó que están usando una canción mía sin autorización para una publicidad del Gobierno”, escribió Torres en su cuenta de Twitter para denunciar el mal uso de su obra.
Además, un año antes, en 2009, el Gobierno de Rafael Correa ya había sido señalado por plagio, debido al uso sin consentimiento de la canción Hey Jude, del grupo The Beatles. Tras la denuncia, el Gobierno dejó de utilizar la canción en la campaña de la Revolución Ciudadana.
Este 2020, Diego Torres relanzó el tema Color Esperanza en una versión coral en la que participaron con la participación de 30 músicos iberoamericanos, como parte de una iniciativa en la lucha contra el covid-19, con el objetivo de recaudar fondos para la organización Global Citizen.
En la campaña política a la que hace referencia Torres por uso ilegal de su obra, también hay un video en el que suena la canción Mariposa Technicolor, del argentino Fito Páez.
La Sociedad de Autores y Compositores del Ecuador (Sayce) confirmó que hasta el mediodía de este jueves 9 de julio de 2020 no se ha recibido una solicitud para el uso de la obra musical del artista argentino Diego Torres, ni de su compatriota Fito Páez, según explicó Alfredo Corral, asesor jurídico de la institución.
El cantautor Fito Páez aún no se ha pronunciado al respecto. Sin embargo, Corral explicó que el uso de una obra musical sin consentimiento representa una falta ética y una acción ilegal. “Hay dos obras conocidas que han sido utilizadas sin autorización de sus autores o sus representantes”, dijo Corral.
El perjuicio para los autores también sería económico. Como referencia, Sayce ha realizado cotizaciones para el uso de obras musicales que varían entre los USD 400 y USD 100 000. Corral explicó que cada autor establece el costo, la forma y el tiempo de uso de cada obra.
Una vez evidenciada la acción ilícita, explica Corral, el autor puede iniciar una demanda de carácter judicial para reclamar el pago de derechos por el uso de la obra y también se puede interponer un reclamo administrativo, que el autor deberá canalizar a través de la sociedad de gestión, que lo representa en Argentina, que a su vez remitirá el caso a Sayce, filial en Ecuador, para que se inicie el proceso ante el Servicio Nacional de Derechos Intelectuales (Senadi).
A través del comunicado difundido en redes sociales, Diego Torres confirmó que el proceso de denuncia ya se inició en Argentina, ante la Sociedad Argentina de Autores y Compositores de Música (Sadaic), “para el cese inmediato del uso de la canción”.