La calificación de las películas se retomó en Ecuador, para recomendar los contenidos a público, según la edad. Foto: Patricio Terán/ EL COMERCIO
Tras la reapertura de los cines en Ecuador, cada película que pase por la cartelera deberá contar con el certificado de calificación por grupos de edad para obras cinematográficas. Este sistema servirá como una guía para que los espectadores y padres de familia conozcan y evalúen el tipo de contenido.
Tras la fusión del Instituto de Cine y Creación Audiovisual (Icca) y el Instituto de Fomento de las Artes, Innovación y Creatividad (Ifaic), esta competencia quedó en manos de la Dirección de Fomento del Cine y el Audiovisual.
El equipo está conformado por dos analistas, quienes se encargan de la recepción de las solicitudes y designan a un calificador externo para que revise el contenido de la película y emita un informe, que tendrá vigencia a escala nacional. Actualmente, se cuenta con calificadores externos en Quito, Guayaquil y Loja.
Ivette Rodríguez, de la Dirección de Fomento Cinematográfico y Audiovisual, explicó que la institución asumió esta tarea desde febrero pasado. A mediados de marzo, el COE nacional dispuso la suspensión de espectáculos públicos que obligó al cierre temporal de las salas de cine en todo el país, ante la emergencia sanitaria por el covid-19. Recién el 2 de julio, los cines retomaron sus actividades.
Durante ese periodo, dice Rodríguez, “no hubo ninguna interrupción del proceso, en el sentido de que este trámite se lo realiza a través de sistemas electrónicos”. Eso, dice la funcionaria, ha sido favorable para continuar con el servicio durante este período. A partir de la reapertura, la institución volvió a recibir solicitudes de calificación para los estrenos y reestrenos de las películas programadas por las salas de cine.
La evaluación se desarrolla en el análisis de contenido enfocado en violencia, lenguaje, consumo de sustancias psicoactivas y comportamientos sexuales. Cada calificador emitirá un informe basado en una Guía de clasificación de películas por grupos de edad, que contiene una base técnica y teórica basada en otros sistemas internacionales. En caso de desacuerdo, el exhibidor o distribuidor podrá solicitar la recalificación.
Las obras cinematográficas para público mayor a 18 años no requieren solicitar la certificación. En ese caso se deberá notificar las fechas de estreno y exhibición a la Dirección de Fomento del Cine y el Audiovisual.
Para el resto de filmes existe una escala que comprende películas aptas para todo público de 0 a 6 años, todo público de 6 a 12 años, menores de 12 años bajo supervisión, mayores de 12 años, 15 años y 18 años.
Según Rodríguez, el objetivo es que el público pueda “contar con información sobre los criterios que existen atrás de cada categoría de clasificación cuando el consumidor pertenece a grupos prioritarios como niños, niñas y adolescentes”.