El actor británico Bob Hoskins se convirtió en un rostro habitual en la gran pantalla por encarnar tanto a personajes con un lado oscuro como a tipos amables en cintas familiares aptas para todo público.
Nacido en el condado inglés de Suffolk (sureste de Inglaterra) el 26 de octubre de 1942, después de que su familia dejara Londres por los bombardeos de la II Guerra Mundial, el intérprete, fallecido el martes a los 71 años, había abandonado el colegio cuando solo era una adolescente de 15 años.
Actor “por accidente”, según él mismo declaró alguna vez, y antítesis del clásico galán, fue a finales de los sesenta cuando Robert William Hoskins comenzó a dar sus primeros pasos en el mundo de la interpretación sobre las tablas de un escenario teatral.
De hecho, su vocación teatral lo convertiría en uno de los veteranos de la Royal Shakespeare Company.
No obstante, su nombre adquirió una nueva dimensión en la industria gracias a su contribución en cintas británicas como ‘The Long Good Friday’ (1980), de John MacKenzie; ‘Sweet Liberty’ (1986) o la aclamada ‘Mona Lisa’ (1986). Fue su elogiada interpretación en esta última película la que le reportaría una nominación a los Premios Oscar en 1987.
Su interpretación en esa cinta le hizo merecedor además de un Globo de Oro y un Bafta al Mejor actor, y le sirvió para ganar otro galardón en el Festival de Cannes a la Mejor interpretación masculina.
Pero a Hoskins se le recuerda también por sus actuaciones en ‘Super Mario Bros’ (1993), en la que intervino sin ni siquiera saber que se basaba en un videojuego, o en la popular película ‘Who Framed Roger Rabbit?’ (1998), un clásico en el mundo de la animación, dirigida por Robert Zemeckis y producida por Steven Spielberg.
Su papel de detective Eddie Valiant fue, además, su primera incursión para la audiencia estadounidense, donde la maestría con la que Hoskins fingió un conseguidísimo acento americano llevó a muchos críticos, que hasta entonces no lo conocían, a asumir que era originario de ese país.
Su nombre figuró además en el reparto de la cinta de piratas ‘Hook’ (1991), en el papel del contramaestre Smee del Capitán Garfio. Otros trabajos en los que se destacó por su versatilidad fueron su breve incursión en el filme de Pink Floyd ‘The Wall’ (1982), así como otros papeles de carácter cómico en ‘Brazil’ (1985), ‘Mrs Henderson presents’ (2005) o en ‘Mermaids’ (1990). Hoskins trabajó como guionista y llegó a ponerse detrás de la cámara en alguna ocasión para dirigir proyectos como ‘Rainbow’ (1995) o ‘The Raggedy Rawney’ (1988), ambas interpretadas por él mismo.
El actor, fallecido en un hospital por una neumonía, se había retirado del mundo del espectáculo en el 2012 después de que los médicos le diagnosticaran la enfermedad de Parkinson.