Hoy se estrena ‘Está vivo’, una cinta de horror que se basa en un filme de 1974. Aquí, una mujer da a luz a un bebé alterado por el consumo de píldoras anticonceptivas estando embarazada. El niño es un ser diabólico, que mata a todos los que se cruzan por su camino. Hacerle ‘cuchi-cuchi’ es arriesgar la vida.
El director Josef Rusnak se anima a dar una nueva oportunidad a esta historia, que en los años setenta no gozó de la aprobación de la crítica, básicamente por los problemas de verosimilitud que genera. ¿Bebés convertidos en el mismísimo diablo por culpa de las pastillas del día después?
Por eso, para disfrutar de esta nueva versión del guagua malévolo, hay que entrar en el juego del guión y dejarse llevar. Desde luego, un bebé no puede matar animales, atrancar puertas ni sabotear sistemas eléctricos: la gracia de entrar al cine es creérselo.
El guionista original, Larry Cohen, reescribió su historia para adaptarla a los nuevos tiempos; pero decidió dejar que dirigiera Rusnak (a cargo de la bien recibida ‘Nivel 13’, de 1999), para no tentarse en repetir lo de hace 36 años.
Rusnak propone una estética distinta, con pocas muertes pero abundante sangre. Los actores también aceptan la propuesta y se muestran correctos, sobre todo Bijou Phillips, que logran transmitir la angustia de la madre, quizás lo mejor de una historia que no tenía cuerda para más.