Imagen referencial. Las empresas buscan con su alianza combatir la piratería en Internet y proteger así el mercado legal de contenidos creativos. Foto: Pixabay.
Las cifras proporcionadas por la Alliance for Creativity and Entertainment (ACE) revelan que en el 2016 hubo 5 400 millones de descargas ilegales de películas, programas de televisión y videos en todo el mundo y 21 400 millones de visitas a sitios de streaming piratas en ordenadores y móviles.
Ese hecho condujo este junio del 2017 a la suscripción de un acuerdo internacional en el que participan 30 compañías de entretenimiento, entre ellas Netflix, Amazon, HBO, Disney, BBC, Paramount Pictures y Warner, y que opera a través de la Alliance for Creativity and Entertainment, una institución creada con la misión de combatir la piratería y proteger el mercado legal de contenidos creativos.
EL COMERCIO acudió a la Entidad de Gestión Colectiva de Derechos de los Productores Audiovisuales (Egeda) en Ecuador y constató que allí no hay cifras del perjuicio económico por las descargas ilegales de producciones audiovisuales.
Zelva González, directora de Egeda Ecuador, reconoce que la descarga ilegal de audiovisuales limita la posibilidad de que un realizador nacional o extranjero pueda obtener un rédito justo por la transmisión o descarga de su obra. Sin embargo, para González, el impacto se extiende al consumidor, pues “el uso de páginas piratas pone en riesgo su seguridad personal y económica”, por el malware y virus que pueden transmitirse a través de estos sitios.
Para enfrentar el problema, Egeda Ecuador informa que tiene suscrito un convenio con Youtube para controlar la subida y descarga de películas de socios de la entidad. “Varios de nuestros socios nacionales han hecho uso de este convenio y Youtube baja inmediatamente el contenido ante un reclamo y notificación sobre la difusión de contenido sin expresa autorización del titular”.
Según Marco Aguas, representante de Paramount Pictures y Universal Pictures en Ecuador, la lucha contra la piratería ha sido un ejercicio desgastante. “Nos hemos hecho al dolor de que la piratería existe y que no podemos hacer nada para combatirla mientras exista la protección del Gobierno”, dice Aguas sobre la comercialización de contenidos audiovisuales en formatos físicos como DVD y Blue-ray.
Pese a que la piratería se ha extendido al Internet, Aguas sostiene que el público no ha abandonado las salas de cine, que en el primer semestre de este año ha experimentado un incremento del 20%, con respecto al 2016. Las razones, dice Aguas, tienen que ver con el flujo de películas taquilleras estrenadas en la primera mitad de año, la posibilidad de tener un estreno simultáneo con Estados Unidos y la innovación en las salas de cine que ofrecen mejores sistemas de audio, video y experiencias sensoriales distintas.
La digitalización del cine ha ofrecido la posibilidad de proteger el contenido de las películas internacionales a través de candados electrónicos. Pero aunque Aguas aplaude la formación de esta alianza internacional como una iniciativa contra la piratería, asegura que en el Ecuador “mientras el Gobierno no decida aplicar la ley y los tratados suscritos no va a pasar nada”.
El acuerdo suscrito por 30 firmas de entretenimiento
Javier Figueras, VP corporativo de relaciones con afiliados HBO Latin America, asegura que la conformación de la Alliance for Creativity and Entertainment es solo “el primer paso en la lucha contra la piratería en Internet”.
Con respecto a la región latinoamericana, Figueras sostiene que Colombia encabeza la lista de países con mayor nivel de piratería online, aunque no se quedan atrás países como Argentina o México, un dato que tiene una relación directa con un mayor desarrollo informático y del Internet en dichos países. “Sin embargo, otros países como Ecuador no escapan de esta situación”, asegura el ejecutivo.
Para ilustrar la situación, Figueras cita como ejemplo el caso de Cuevana, un sitio en Internet creado en Argentina hace nueve años, donde se pueden ver y descargar series y películas, y que llegó a tener cerca de 11 millones de usuarios. Aunque se han emprendido acciones legales por infringir derechos de autor, Figueras dice que la principal dificultad es que, si bien la marca está establecida en un país, los contenidos se pueden subir o compartir al portal desde otros países, creando un problema de jurisdicción legal.
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El problema de la piratería online no solo afecta a las ‘majors’, dice Figueras refiriéndose a los grandes estudios de Hollywood, sino que también amenaza a los productores locales y a los realizadores independientes, poniendo en riesgo el trabajo de todos los profesionales que laboran en las distintas áreas de la producción audiovisual.
Figueras asegura que la ACE empleará una serie de herramientas tecnológicas para intentar bloquear y suprimir a aquellos portales que ofrecen contenidos audiovisuales de forma ilegal. Otra de las líneas de acción será establecer alianzas con los gobiernos de la región para establecer mecanismos de intercambio de información, control de suministros tecnológicos usados para la piratería y la cooperación en el seguimiento de acciones legales.