Alejandro González Iñárritu es el ganador del Oscar en a categoría Mejor Director por ‘Birdman’. Foto: AFP
Alejandro González Iñárritu no lo tenía fácil para sujetar los tres Oscar de cuatro kilos cada uno con los que salió del Dolby Theatre. El mexicano no los colocó en el suelo hasta que no pasó al ‘backstage’, donde ya mucho más relajado, se puso a hablar de condones.
“El miedo es el preservativo de la vida”, dijo en referencia a los temores que tuvo que dejar de lado para filmar ‘Birdman‘, por la que cosechó las estatuillas de mejor película, dirección y guión original.
Y él, hizo la película sin condón: “Fue auténtico. Fue realmente como hacer el amor”. Mientras, la actriz Julianne Moore (“Still Alice”) seguía en estado de shock.
“Es sorprendente”, dijo aún con incredulidad enfundada en un elegante Chanel de lentejuelas y sin soltar su hombrecillo dorado, el primero que conseguía tras otras cuatro candidaturas. ¿Y dónde lo colocará ahora?, le preguntaron los periodistas: “Junto a todos los demás en mi despacho, todo bastante aburrido”, declaró.
A otro que no se le borraba la sonrisa, sino que más bien crecía por momentos, fue al británico Eddie Redmayne. “Cuando llega se te olvida todo”, contaba sobre el momento de subir al escenario a por su primer Oscar por encarnar al físico Stephen Hawking.
Eso sí, no tendrá mucho tiempo para celebrarlo: primero quiere escribir un mail a Hawking y, después, regresará a Europa para otro rodaje. “En un par de días me despertaré y me preguntaré si todo esto sucedió de verdad”.
Patricia Arquette siguió con el tono combativo que ya dejó patente en su discurso, cuando recogió el Oscar por su papel de reparto en ‘Boyhood’ y pidió igualdad de salarios para las mujeres en Estados Unidos poniendo en pie al público.
Entre bastidores, abogó por una ley especial que garantice la igualdad a las mujeres y declaró que aunque adora la interpretación, el activismo es más importante para ella. “Jamás pensé que iba a ser nominada a un Oscar”, dijo la actriz de 46 años. Pero añadió que siempre tuvo claro su deseo de ayudar a millones de personas.
Ser el centro de atención es algo a lo que tampoco estaba muy acostumbrado J.K. Simmons. A lo largo de su amplia carrera, este actor de 60 años trabajó principalmente sobre las tablas o con pequeños papeles secundarios, pero su interpretación como profesor de música en ‘Whiplash’ le valió en la noche del domingo su primer Oscar.
Eso sí, hay cosas que la estatuilla no cambiará, como el “no” que dio por respuesta cuando le preguntaron si por fin se haría una cuenta en Twitter. Y es que el repentino éxito es agotador, confesó. “Cansa mucho más que en las épocas de vacas flacas, en las que dormía más”.
Desde luego, la del domingo 22 de febrero tampoco fue una noche para descansar: inmediatamente después de la gala le esperaba la Governors Ball, donde el chef Wolfgang Puck agasaja a más de 1 500 invitados. Y allí, para quienes no lograron estatuilla, siempre podrán conformarse con un Oscar de chocolate bañador en oro.