Carla Ramírez llegó molesta al concierto del compositor español Alejandro Sanz. Su novio, Enrique, tenía que esperarla anteayer en la puerta del ingreso principal al coliseo General Rumiñahui, en Quito. Ella espero 20 minutos, pero él no apareció.
Ante ese percance, Ramírez, de 19 años, estuvo a punto de abandonar el escenario para retornar a su casa, pero cuando escuchó los gritos de decenas de fans que asistieron al espectáculo desistió de esa idea y pronto ingresó para presenciar el quinto show de Sanz en la capital ecuatoriana.
Transcurría el tiempo y la muchacha dejó el malhumor y al oír la canción Viviendo de prisa, una del repertorio del cantautor español, aparecieron las primeras sonrisas. Con ese mismo tema, varias lágrimas se deslizaron por su rostro, un poco brilloso, por el maquillaje.
Ella, al igual que decenas de seguidoras y fanáticos de las melodías románticas de Sanz, entonaron la canción al pie de la letra y al ritmo que impuso el carismático y bromista compositor.
Al entonar esa canción, Ramírez dijo sentirse más tranqui-la porque era como estar “di-ciéndole las verdades a su novio”, sobre todo cuando entonaba el coro que dice: “Ya me cansé de vivir improvisando para ti, ya me cansé de seguirte, yo me quedo aquí (…)”.
Ese fue uno de los temas ‘viejitos’, que, al igual que A la primera persona o Corazón partío, tuvo gran la acogida del público.
Sanz agradeció el cariño de los fans. Además, agradeció al Municipio de Quito por haberlo nombrado Huésped Ilustre de la capital, el pasado miércoles.
“El nombramiento me puso muy contento, no todos tienen el honor de ser nombrados Huésped Ilustre”.
Esa frase hizo que cerca de 18 000 personas elevaran su voz en el coliseo General Rumiñahui para corear el nombre del artista.
“¡Alejandro, te queremos!”, “Gracias por estar aquí”, esas fueron algunas de las frases que decían las fanáticas que compraron su localidad para sillas vip y golden box.
Sanz entonó canciones de todas sus producciones discográficas, incluidas las de su nuevo álbum ‘Paraíso Express’. Los temas que más gustaron a la gente fueron: Nuestro amor será leyenda, Hice llorar hasta los ángeles, Looking for paradise y Desde cuándo.
Con esa última canción, Ramírez sollozó, al igual que otras fanáticas que se subieron a las sillas vip para observar mejor el show. Sanz terminó su concierto con un “¡gracias Quitooooo!”.