El convincente desempeño en el papel antagónico de una telenovela inmortalizó el nombre de actrices como María Rubio y actores como Alejandro Camacho. A muchos de ellos, su interpretación les valió premios TV y Novelas, pero también el repudio del público tras las grabaciones. Itati Cantoral, Eduardo Palomo, Lorena Meritano… Este Diario recuerda a 10 de los mejores villanos por la calidad en su representación. La imagen de una cruel mujer de cabello rubio, quien con una copa de brandy en las manos desprestigiaba y humillaba a su hijo, no se va de los recuerdos de Catalina Andrade. Cada vez que esta ama de casa quiteña de 56 años mira alguna actuación de la brasileña Susana Vieira, se acuerda del papel que esta representó en la telenovela ‘Por Amor’. El melodrama producido por la cadena Globo en 1998 destacó el rol de Vieira como una mujer a quien solo le interesaba el beneficio de su primer hijo, pues este era de su amante.Años antes, en un papel similar, la mexicana María Rubio asesinó y perjudicó a más de una persona por conseguir la herencia de su esposo. Al final de la trama y después de una serie de maldades y desgracias llegó a causar la muerte de su propio hijo. Eso la hizo merecedora del premio a la Mejor actriz en 1988 pero también le originó problemas personales al tener que enfrentarse a su público. En una entrevista con Verónica Castro, Rubio afirmó que la gente llegó a insultarla en la calle por mala. Aunque sus problemas con el público no fueron tan drásticos, Itati Cantoral es recordada como la antagónica más loca de la historia de las telenovelas. Para la ambateña Rina Castillo, de 47 años, Cantoral desempeñó tan bien su papel que la gente llegó a pensar que en verdad estaba loca. “Una vez escuché en el show de Cristina que después de la telenovela una señora se le acercó para decirle que si lo necesitaba ella podría recomendarle un psicólogo”, dice Castillo entre risas. Aunque no solo las mujeres han representado buenos papeles antagónicos. Alejandro Camacho, Sebastián Ligarde y Eduardo Palomo se ganaron el aprecio del público al interpretar a villanos despiadados y ambiciosos. Camacho en ‘Muchachitas’ (1991), Ligarde en ‘Quinceañera’ (1987) y Palomo en ‘Alcanzar una Estrella II’ (1990) son recordados por sus excentricidades y hasta por sus dichos. Al publicista quiteño de 36 años, Hugo Tapia, se le quedó grabada la frase ¡Serena morena!, que Ligarde repetía constantemente en ‘Quinceañera’. Así como más tarde, fue tomada hasta en bromas del colegio la actuación de Camacho al enviar carritos de juguete con bombas a sus enemigos en ‘Muchachitas’. Actuaciones más serias pero igual de impactantes son las de Jacqueline Andere en ‘La Madrastra’ (2005) y de Laura Zapata en ‘Rosa Salvaje’ (1987). Andrade cree que en esas representaciones se ve con claridad el poder de la crueldad y la cizaña, pues por medio de ello “esas actrices logran realizar sus maldades”.Armas que también utilizó la argentina Lorena Meritano al interpretar a Dínorah Rosales en ‘Pasión de Gavilanes’, en el 2003. La representación de una mujer bipolar cruel y despiadada, capaz de cualquier cosa por estar con un hombre que la rechaza, inmortalizó su papel y consolidó su carrera en América Latina. Gracias a su maldad y ambición como Rubí, la actriz mexicana Bárbara Mori destacó su carrera en la industria de ese país con la telenovela del 2004. Tal fue así que incluso Televisa, cadena que produjo las grabaciones, decidió realizar las filmaciones de la segunda parte en el 2005. Pero esto no se dio porque la actriz prefirió retirarse de las teleseries para dar el salto a la pantalla grande. Pero , a pesar de que Mori ya no grabará telenovelas, Castillo considera que el papel antagónico que realizó como ‘la descarada’ no se borrará de la mente del público, pues es “difícil olvidar a una bella pero mala mujer”.