A sus 22 años, este quiteño también colabora como Gerente de Operaciones de una empresa de distribución de comida. Foto: Julio Estrella / EL COMERCIO
Disciplina, empuje, y hasta suerte, son las tres cartas de presentación que describe sobre sí mismo Francisco Juliusberger. El mundo empresarial, los negocios, el comercio exterior son palabras que componen una agradable sinfonía en los oídos de este quiteño de 22 años. En la actualidad es parte del grupo de alto rendimiento de la carrera de Negocios Internacionales de la Universidad Internacional del Ecuador (UIDE).
Con otros 10 estudiantes ostenta los mejores puntajes que les permite ser asistentes de cátedra y tener el apoyo de la institución. “Es uno de mis mejores estudiantes”. Así se refiere la directora académica de la Facultad de Ciencias Administrativas y Académicas de la UIDE, María Augusta Játiva.
“La suerte es estar en el lugar adecuado, con la gente adecuada, en un momento específico. Pero esos momentos no se dan si uno no tiene disciplina o ganas”, comenta Juliusberger.
Lo que anota se enmarca en una de las características que tienen los futuros profesionales de esta generación: fijarse objetivos específicos y tener espíritu emprendedor. Esta es la descripción que hace el presidente ejecutivo de la firma consultora The Edge, José Antonio Torres, al describir los objetivos que ahora buscan los jóvenes, con altas dosis de innovación y satisfacción (felicidad) por lo que hacen.
Tras graduarse como el mejor estudiante de secundaria, no se conformó con sus éxitos académicos. Terminado el bachillerato trabajó durante dos años como coordinador del Club de Modelo de Naciones Unidas, en su excolegio (Británico, Quito), mientras también realizaba una pasantía en la Embajada Británica. “Algo que recuerdo de él es cómo siempre estaba involucrado en algo más, pero lo que hacía, lo hacía bien”, recuerda Ana Noboa, ex compañera del colegio.
Ante esa actitud de vida, la Academia trata de responder a los jóvenes con propuestas educativas que se adapten a las nuevas realidades y por sus características de desempeño en la sociedad.
Los programas en Administración y Negocios necesitan reinventarse continuamente para atraer a los ‘millennials’, quienes buscan motivos de inspiración más que contenidos académicos. A diferencia de lo que ocurría una década atrás en las aulas, ellos quieren hacer escuchar sus puntos de vista y no son solo meros espectadores de la clase, explica Sonia Zurita, directora académica del MBA en la Espae Graduate School of Management (Espol).
Precisamente eso es lo que siempre ha buscado Francisco: no ser espectador y ser un actor para promover cambios. Eso fue lo que le inculcaron sus padres, médicos de profesión, aunque no influyeron en su carrera, porque siempre le apasionaron los números, las relaciones internacionales.
Las cifras que muestra la Secretaría de Educación Superior, Ciencia, Tecnología e Innovación (Senescyt) evidencian el interés en los ecuatorianos por cursar carreras relacionadas con la educación comercial y la administración, lo que lleva a las universidades a responder con propuestas interesantes y metodologías interactivas.
Wilson Jácome, director de Desarrollo Académico del IDE Business School (Universidad de Los Hemisferios), dice que en este tipo de metodología se plantean casos reales que presentan situaciones de decisiones directivas importantes.
Decidir y colaborar también copan la agenda de Juliusberger. Esa dosis de ‘suerte’ le llegó cuando una empresa de comida necesitaba un pasante para el área de recursos humanos y negocios. Decidió ingresar a Menú Express (empresa que se encarga de entregas a domicilio para restaurantes).
Debido a su esfuerzo y dedicación, tras un año de trabajo fue ascendido a Gerente de Operaciones y RR.HH. Él acababa de cumplir 20 años y se ha ganado la confianza de su equipo, destaca Daniel Ponce, gerente de Menú Expres.
Ahora está a pocos meses de realizar su examen complexivo y terminar la carrera. Tiene en mente cursar una maestría en septiembre próximo. Las carreras que más le interesan y apasionan son Economía para el Desarrollo o Comercio Exterior, a las cuales espera acceder en universidades de Alemania o en el Reino Unido.
Pero antes de decidir su futuro académico, Francisco Juliusberger tiene un reto y un compromiso por delante: colaborar con la organización de una reunión Modelo de Naciones Unidas, que se llevará a cabo en marzo de este año en la sede de la Unasur y que está siendo dirigido por estudiantes de la UIDE y de la Universidad de Stanford.