Es difícil imaginar cómo era El Chacarero 12 años atrás, cuando las hamburguesas se despachaban desde un carrito, ahora que el local ocupa un espacioso terreno- con parqueadero incluido-. En la actualidad los clientes tienen a su disposición mesas, en el interior de dos estructuras muy similares a las covachas playeras, para disfrutar de las variedades del menú.
De ese carrito que dio inicio al negocio en el 2003 solo queda el recuerdo, en el logo, y la preparación en vivo, a la vista de quienes esperan por su pedido. A unos metros de las ‘covachas’, esta la cocina y detrás del mostrador se cocinan las carnes en planchas, se tuestan los panes y se alistan los manjares.
Aunque hay sánduches y otros platillos, son las hamburguesas las que los hicieron conocidos, en San Rafael y en todo Quito. Como preparaciones clásicas y simples- carne, queso y vegetales, existen otras que incorporan un par de ingredientes especiales que al menos tientan a cualquier comensal.
Gina Salazar, administradora del negocio (iniciado por su padre) cuenta que la opciones que más piden las personas son la ‘Choriburger’, que combina chorizo y carne de res, y la ‘Bomba’, que en palabras de Salazar “trae de todo” y con todo se refiere a huevo frito, chorizo, dos medallones de carne y hasta jamón.
Todos los días se procesa y se muele la carne para preparar las hamburguesas que se sirven en El Chacarero. Foto: María Isabel Valarezo/ EL COMERCIO
Así las ‘chacareras’ entran en la categoría de hamburguesas que adoptan las cualidades de los sánduches para resaltar. Es decir, que enganchan al cliente con una variada gama de sabores además de la carne y el pan, que- en sí- son la esencia de toda hamburguesa.
Venciendo la curiosidad, para la degustación se opta por unas sencillas con queso, acompañadas de papas fritas. Cuando llegan a la mesa están envueltas en ese papel especial que acostumbra a cubrir a las hamburguesas, decorado con el logotipo del negocio. Se sirven también las tradicionales salsas y el ají, para probar al gusto.
Después de saborear las ‘chacareras’ los chefs, Alfredo Salazar y Pablo Cruz, lanzan su primera observación: el sabor que predomina es el de las salsas, de los vegetales, sobre todo de los pickles y cebollas. Por la cantidad de insumos es posible que la carne quede algo relegada.
El medallón de proteína se siente levemente en el conjunto, también por su gramaje, esto al parecer de los expertos. Alfredo resalta que para él una hamburguesa debe tener al menos 150 gramos de carne, así se disfruta más. En este sentido es lógico que los clientes opten por opciones dobles y con más ingredientes.
Salazar menciona que gran parte de los procesos en El Chacarero son artesanales, desde la producción de carne hasta las papas fritas. Empiezan por comprar la carne a su proveedor de confianza y en un centro de acopio la muelen a su gusto, forman los medallones, los condimentan y los congelan. Lo mismo sucede con las papas fritas que son totalmente naturales. Todos los días se hace carne molida y se fabrican las papas, así se mantiene la frescura.
Estos detalles le dan a los platillos un sabor casero y distinguible. Asimismo, según los chefs destacan de El Chacarero las papas fritas, freídas en su punto, y el ají casero que según Salazar fascina a la clientela asidua.
Precios: USD 2,50- USD 5
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