Entre risas inocentes y muchas ganas de divertirse, como quien aún no conoce un celular, una tableta o una consola de videojuegos, más de 20 niños que habitan en el sector La Colmena, barrio ubicado en el centro de Quito, mantienen viva una actividad tradicional que ha unido a la familia por generaciones.
Los pequeños, que ya tienen listas las tijeras, papeles de colores, pegamento, ‘sixes’, hilos, agujas, fundas, y otros materiales didácticos, se preparan para elaborar su propia cometa y adueñarse del cielo y del viento que sopla con fuerza en su sector durante las tardes de verano.
El procedimiento para armar este divertido juguete casero es sencillo; sin embargo se necesita concentración, habilidad y cuidado en cada paso. Iván Villacís del Colectivo Chakiñan, es el encargado de guiar a los niños en este proceso.
Señala que, la aventura se inicia con la búsqueda de los sigses en terrenos y bosques de la ciudad. En este punto, aclara que no se perjudica la flora, debido a que este material crece de manera abundante. Una vez recolectados se los limpia para retirar cualquier tipo de imperfección o astilla. Mientras más largo sea, la cometa puede quedar más bonita, aunque depende del gusto de la persona, comenta.
Los niños elaboran sus propias cometas para elevarlas en el cielo durante las tardes de verano. Foto: David Landeta/ EL COMERCIO.
Después, se selecciona el papel de color y la piola o hilo a utilizarse. La creatividad de los niños ha hecho que “sin querer, queriendo”, reciclen fundas de plástico o papel periódico, materiales que también pueden formar parte o decorar de la cometa.
Con los materiales listos, Villacís explica el proceso en ochos sencillos pasos:
1) Colocar tres sigses en forma de equis y uno en la mitad y atarlos con firmeza en el centro. Esto formará el esqueleto o estructura de la cometa.
2) Recortar el papel cometa o funda plástica tres centímetros más grandes que la forma de la estructura de la cometa.
3) Pegar los bordes del papel para que la estructura de la cometa quede cubierta.
4) Cortar un trozo de cuerda que sea el doble de la altura de la cometa. Pasarlo por la mitad del papel y amarrarlo más abajo de la intersección de los palos.
5) Sujetar dos trozos de cuerda en los lados de la cometa y unirlos a la cuerda central. Esto le dará estabilidad.
6) La cola de la cometa debe ser cinco veces más larga que la estructura. Se puede utilizar retazos de tela o medias nylon.
7) Se puede decorar la cometa al gusto, con colores, bordillo o flecos.
Concentración, habilidad y cuidado son clave en la elaboración de la cometa. Foto: David Landeta/ EL COMERCIO.
Una vez listas las cometas, una más linda y grande que otra, los niños llenos de expectativa, suben a un terreno donde la cometa mejor construida se elevará formando parte del paisaje del sector, o sea una panorámica vista hacia El Panecillo el centro y sur de Quito.
El sol, las nubes y el viento los acompañan. Poco a poco una cometa amarilla y roja en la que resalta la palabra “Aucas”, empieza a elevarse, el dueño de la misma tira de la piola con fuerza constantemente hasta que la cometa se mantiene firme. Mientras esto sucede, sus compañeros se alegran, gritan de felicidad y celebran como propio el triunfo.
Esta divertida actividad renace en el mes de agosto, cuando niños y jóvenes salen a vacaciones y buscan aprender cosas nuevas, compartir experiencias y hacer amigos.
Guadalupe Panchi, coordinadora del Colectivo Chakiñan afirma que la realización de cometas ha tenido tanta acogida que, este 11 de agosto de 2019, en La Cima de la Libertad, se realizará el Cuarto Festival de Cometas Libertarias.