Los órganos de esta rana son totalmente visibles y se puede observar los latidos de su corazón a través de su piel. Foto: Cortesía ZooKeys / Especie recolectada por Jaime Culebras y Carlos Morocho
Una nueva especie de rana de cristal fue descubierta en las tierras bajas de la Amazonía del Ecuador. Investigadores de la Universidad San Francisco de Quito y de diferentes instituciones de Estados Unidos dieron a conocer el hallazgo en un artículo publicado este mes en la revista ZooKeys.
La especie, bautizada como Hyalinobatrachium yaku, se diferencia de sus congéneres por tener pequeñas manchas verdes oscuras en su cabeza y dorso, un pericardio transparente y un canto que puede durar hasta cuatro segundos.
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Los órganos de esta rana son totalmente visibles y se puede observar los latidos de su corazón a través de su piel. Su comportamiento reproductivo también es inusual. Los machos son los encargados de cuidar a los huevos que los colocan bajo las hojas.
Según el artículo, la nueva especie fue encontrada en la estación Timburi- Cocha (en la provincia de Orellana), cerca de Ahuano (provincia del Napo) y la comunidad Kichwa de Kallana (en la provincia de Pastaza). Las amenazas de conservación incluyen la destrucción y contaminación de su hogar debido a actividades mineras y petroleras.
Los investigadores consideran que la extracción de recursos naturales conlleva a un aumento de carreteras en la zona donde habita esta especie puede amenazar su conservación debido a la degradación del hábitat y la contaminación del agua.
Según los biólogos, estas ranas necesitan tramos continuos de bosque para interactuar con otras especies y las vías representan un obstáculo. En el estudio se pone el ejemplo de una carretera en San José de Payamino que ha “demostrado una influencia negativa para la abundancia y diversidad de anfibios. También enfatizan la necesidad de arroyos limpios para poder sobrevivir.