Imagen referencial. Sólo un 20% de las 37 metas de salud fijadas en el marco de los Objetivos de Desarrollo Sustentable de la ONU adoptados en 2015 son susceptibles de cumplirse. Foto: Pixabay
Ecuador pasó del puesto 71 al 79 en el ‘ranking’ mundial de salud publicado en la revista The Lancet. En total, participaron 188 países.
Ningún país del mundo está en vías de alcanzar las metas de Naciones Unidas de erradicar la tuberculosis para 2030 y muy pocos de impedir nuevos contagios con el virus del sida (VIH), según un estudio sobre la salud mundial publicado el miércoles 13 de septiembre de 2017.
A nivel global, Ecuador logró 60 puntos sobre 100, tres menos que en el 2016. La peor puntuación, un 14, la obtuvo en el apartado Tasa de Embarazo Adolescente. La segunda peor puntuación, un 17, fue en Muertes por Desastres Naturales. También registró un puntaje bajo – 26- en Mortalidad por lesiones en accidentes de tránsito.
El año pasado, Ecuador sumó 34 puntos en Muertes por Desastres, mientras que en Muertes por lesiones en accidentes de tránsito alcanzó 40 puntos. Ecuador alcanzó la mejor nota -100- en el ítem Mortalidad por conflicto armado, mientras que en Contaminación del aire llegó a los 97 puntos. Con esas puntuaciones, Ecuador se ubicó detrás de Uruguay (67 puntos), Colombia (66), Argentina (64), Chile (64), Perú (63), Brasil (62).
Por detrás de Ecuador están Paraguay (58), Venezuela (56), Bolivia (52).
El informe fue presentado el miércoles en el marco de la 72ª sesión de la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas, en Nueva York. Se trata del primer análisis exhaustivo de las tendencias entre 1990 y el 2016.
Menos del 5% de los países alcanzarían para esa fecha los objetivos de reducción de suicidios, muertes en accidentes de tránsito y obesidad infantil, y sólo un 7% podría eliminar las nuevas infecciones con HIV, según el estudio publicado en la revista The Lancet.
En cuanto a la tuberculosis, ningún país está en vías de una erradicación de nuevas infecciones. En cambio, más del 60% de los países evaluados podrían alcanzar los objetivos de reducción de la mortalidad infantil, neonatal y materna, y de eliminación de la malaria.
En su conjunto, sólo un 20% de las 37 metas de salud fijadas en el marco de los Objetivos de Desarrollo Sustentable de la ONU adoptados en 2015 son susceptibles de cumplirse, según los autores.
Estos destacan una “considerable desigualdad” de las proyecciones para 2030: los países con ingresos elevados alcanzarían 38% de las metas, y los de bajos ingresos 3%.
Sobre la base de las tendencias registradas, Kazajistán, Timor Oriental, Angola, Nigeria y Suazilandia tendrían los avances más notables a nivel mundial, según los autores, que citan entre sus logros una reducción de la mortalidad infantil, un mejor acceso a los cuidados, a la planificación familiar y a la presencia de personal calificado para los partos.
Otros países registraron retrocesos, en rubros como la obesidad infantil y el abuso de alcohol, entre ellos Sri Lanka, Venezuela, Serbia y Ucrania. El equipo estableció además una clasificación de países en base a un índice global de los objetivos vinculados con la salud.
Singapur, Islandia y Suecia figuran a la cabeza de esta lista de 188 países, que cierra Afganistán. España figura en el puesto 23 – con índices mediocres en abuso de alcohol, tabaco y obesidad infantil – seguido de Estados Unidos, cuyas mayores lacras son el suicidio, las agresiones sexuales a menores, el abuso de alcohol y los homicidios.
Costa Rica (puesto 36) y Cuba (38) son los primeros países latinoamericanos de la lista, aunque el primero suspende claramente en abusos sexuales a menores y el segundo su punto más débil son los nacimientos de madres adolescentes.
Esto último también es el principal problema de Uruguay, (puesto 45), Argentina (59), Perú (62), Nicaragua (63), y Bolivia (112). Los homicidios son la principal lacra en México (48), Colombia (51), Brasil (67), El Salvador (75) y Venezuela (99).
Chile (61) en cambio adolece especialmente de obesidad infantil. Honduras, en el puesto 113, es el país latinoamericano peor clasificado, con resultados mediocres sobre todo en homicidios, nacimientos de madres adolescentes y sobre el registro de certificados de defunción.
La publicación del estudio, financiado por la fundación Bill & Melinda Gates, coincide con la celebración de la Asamblea General de la ONU en Nueva York.