En los últimos 40 años, para el caso ecuatoriano, el precio del petróleo en el mercado internacional ha sido el indicador sobre el cual se han sustentado todas sus previsiones de orden económico. Pero no solo es un tema que preocupa al país; el mundo mira con atención el comportamiento de este recurso natural, porque en torno a él giran los Estados, las industrias, el transporte (aéreo, marítimo…), etc.
Entre el 2011 y 2012, el precio del barril se ha mantenido en un promedio de USD 100, pero en las últimas semanas del año pasado mostró una tendencia a la baja. ¿Qué pasará en el 2013? Esa es la gran pregunta que no tiene una respuesta absoluta, pero existen elementos a tomar en cuenta para establecer los escenarios del comportamiento del mercado.
El aumento de la oferta petrolera fuera de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), -que decidió mantener su cuota de producción diaria de 30 millones de barriles- y el débil crecimiento de la demanda puede ejercer una presión a la baja sobre los precios en este año.
Un análisis realizado por el Centro de Estudios Globales de Energía estima que para el 2013 los países productores no OPEP bombeen más crudo, liderados por la creciente oferta de América del Norte y la reanudación de la producción en los campos petroleros del sur de Sudán. Añade que es conocido que EE.UU. ha recobrado su declinante producción en los últimos dos años, gracias a la introducción de tecnologías de avanzada para la recuperación secundaria, y la explotación de petróleo y gas no convencionales.
Analistas del entorno señalan, además, que Iraq ya está incrementando su extracción que gira en torno a tres millones de barriles por día, y ha puesto en marcha un plan para aumentar la producción a 4,5 millones en el 2013.
También están los países emergentes en materia petrolera que prometen inyección de crudo al mercado. En América Latina, México, Brasil, Argentina y
Colombia son los que llevan la batuta tanto en descubrimientos como en proyectos operativos. Por ejemplo, en el caso de Colombia, la producción diaria de crudo estimada para el 2012 bordeó los 800 000 barriles/día, cuando en el 2011 ese volumen se ubicó en los 680 000.
Pero en ese equilibrio de fuerzas en el mercado de la oferta y la demanda, más allá de lo que pasa en la Zona Euro y en EE.UU. está la eventual recuperación de China. En diciembre pasado, su demanda de petróleo creció a su mayor ritmo en dos años (10 millones de barriles por día) y alcanzó un récord máximo en noviembre luego de que sus refinerías elevaran la producción para reponer existencias, una señal de un repunte en el crecimiento en la segunda mayor economía del mundo.
Desde la perspectiva del analista internacional Luis Luna Osorio, la situación económica mundial es de total incertidumbre y China seguirá siendo la que marca la pauta del crecimiento. “Estados Unidos y la UE tendrán crecimiento poco importante y no aumentarán mucho su demanda de crudo, y eso si es que lo hacen”.
Según la OPEP, la oferta y demanda mundial diaria estarán más o menos equilibradas en cifras un poco más altas que las actuales, añade Luna Osorio, pero no decisivas en cuanto al precio, “que seguirá relativamente alto aunque pudiera promediar un poco menos que en el 2012”.
En medio de este escenario, Ecuador se propone incrementar su producción de petróleo y llegar a los 538 000 barriles diarios este año y para el 2014, el objetivo es alcanzar los 556 000, según las previsiones (en agosto) del ministro de Recursos Naturales no Renovables, Wilson Pástor.
El Foro Petrolero Ecuatoriano considera que la política de comercio internacional del país tiene que vincular a la empresa pública estatal directamente con el mercado mundial, para captar los mejores precios y relacionarse con los consumidores finales y las empresas de refinación, sin ninguna clase de intermediación.
El ex gerente de Comercio Internacional de Petroecuador, Luis Aráuz, considera que el Ecuador debe sacar más provecho de su presencia en la OPEP y no solamente acudir a las citas periódicas. “En la OPEP no nos hemos alineado con países importantes, como Arabia Saudita; no hemos posicionado a nuestras empresas en la organización; a nuestra gente…”.
Al contrario, Ecuador ha fortalecido sus relaciones con Irán y Venezuela, desde una óptica ideológica y política. “En el Ecuador el año es electoral. Si siguen Correa y Chávez es posible que la situación de vínculos con Venezuela se mantenga igual. Si cambian los dos o uno de ellos y se modifica la orientación política de uno de los países, un efecto principal será el enfriamiento de las relaciones Ecuador-Venezuela, sobre todo en el área petrolera”, dice Luna Osorio.
XI ronda
La meta: USD 1 200 millones de inversión
El 28 de noviembre, el Gobierno realizó la convocatoria a la XI Ronda petrolera. Las compañías interesadas en participar tienen plazo hasta el 30 de mayo próximo, para presentar sus ofertas y en septiembre de 2013 se tiene previsto firmar los contratos bajo la modalidad de prestación de servicios con tarifa.
El Gobierno ecuatoriano espera inversiones de USD 1 200 millones en esta ronda, en la que tres bloques se han destinado exclusivamente a firmas estatales.
Entidades públicas de Chile, Perú, Colombia, Turquía, Vietnam y China, entre otras, han mostrado interés en asociarse con la estatal Petroamazonas EP para operar esos yacimientos. Organizaciones ambientalistas se oponen a esta explotación.
Yasuní-ITT
Dos años de campaña y USD 200 millones
El Gobierno ha logrado compromisos de aportes por USD 200 millones, luego de dos años de campaña para mantener bajo tierra el petróleo que se encuentra en el bloque Yasuní ITT. El balance lo hizo el ministro de Recursos Naturales no Renovables, Wilson Pástor, en la última cita de la OPEP en Viena.
El Régimen pide USD 3 600 millones a la comunidad internacional, como aporte contra el calentamiento global y no explotar ese bloque petrolero. El ministro Pástor reconoció que en esta campaña se avanza “poco a poco” y pidió “ser pacientes con la crisis económica”.
De acuerdo con un informe del Foro Petrolero ecuatoriano, allí existen reservas por 960,6 millones de barriles.
‘La relación de Ecuador con China no agrada’
ENRIQUE SIERRA CASTRO
Analista internacional
¿Cómo se ve al Ecuador en el mapa petrolero mundial?
Es un poco sensible hablar del país en términos comparativos. Es sensible, porque alguien lo ve al Ecuador como un país pequeño. En materia de petróleo hay grandes países productores como Rusia (12 millones diarios de barriles), Arabia Saudita (6 millones) o Venezuela (2 ó 3 millones). Aquí se están sacando unos 500 000 barriles que son, en la historia de la evolución del petróleo, una buena cifra.
¿Ecuador puede producir más de 500 000 barriles?
Un poco más, unos 550 000, pero por poco tiempo. Los pozos se van deteriorando. El techo de producción se ha puesto solo el país, no lo ha puesto la política, se lo ha puesto la capacidad natural que tiene el país.
¿Con ese volumen de producción, el país se beneficia al ser parte de la OPEP?
Lo que hay es un prestigio político. Estar en la OPEP es una posición política del Ecuador, más que un beneficio práctico; además de tener información, hacer consultas y participar en las reuniones. La OPEP fija volúmenes de producción cuando hay variaciones en el precio del crudo en el mercado. Actualmente el precio se mantiene inestable.
¿Es positiva la relación del Ecuador con China en materia petrolera?
Ecuador ha vendido anticipadamente su producción: ha recibido un préstamo y lo paga con petróleo. ¿Con cuál? Con el que está en el subsuelo. Eso es mal visto internacionalmente.
¿Por qué?
Porque los países tienen acreedores y Ecuador también tiene otros acreedores (además de China). Si un país consigue una hipoteca con el principal producto de exportación que tiene, los otros acreedores se preguntan: ¿y nosotros? Afortunadamente las reservas son para 18 años y puede que se amplíen con los 13 pozos del suroriente; eso hace que el país tenga relativa seguridad. Pero, eso, no gusta.
‘No se ven cambios radicales en el sector’
José Lema
Pdte. Colegio Ing. Geólogos
Considerando la actividad petrolera de nuestro país más como las acciones para obtener el petróleo desde el subsuelo que como una verdadera industria -cuyo concepto básico es el de la transformación de una materia prima para darle valor agregado- visualizamos que cambios radicales -como
esperaríamos que suceda y que la actividad petrolera requiere- no existirán en el 2013. Esto, debido a que el esquema que se ha venido utilizando es repetitivo y con los mismos errores e inconvenientes del pasado; con textos legales y mecanismos de contratación reciclados, aparentemente mejorados, pero que en sí conservan la dependencia tecnológica, administrativa y de inversión.
Si bien es cierto que como un indicador se intenta mantener o conservar un nivel de producción, pero la actividad petrolera no es solo los miles o millones de barriles que se producen; con- lleva un conjunto más de factores y acciones. Entre ellas, el análisis serio y toma de decisiones en aspectos como: los niveles de reserva reales existentes y con proyecciones sostenibles de producción; la implementación de programas de exploración; la preparación del talento humano; dotarle a la empresa estatal de una firme estructura organizacional, a largo plazo, que le permita ser competitiva interna y externamente.
Conocemos de la invitación internacional que se ha realizado para que las empresas puedan participar en la Undécima Ronda y por allí se espera que pueda existir una posibilidad de potencializar la actividad petrolera, dependiendo del interés que las empresas demuestren en participar; mas, un factor
que no se puede descuidar es la temporalidad o el momento en que se hace este proceso, pues la industria y la inversión externa y la poca interna que puede interesarse en el tema, mantienen su recelo por el momento político y la actividad electoral que se viene en los próximos meses.