Boana appendiculata fue descrita en el 2020 y está en la Amazonía nacional. Foto: Fotos Cortesía Luis A. Coloma y Santiago Ron/Anfibios del Ecuador
Ecuador ocupa el tercer lugar en la lista de los países con el mayor número de especies de anfibios en el mundo. Tras los 19 hallazgos publicados durante el 2020, el país desplazó a Perú al cuarto puesto. Ahora, solo Brasil y Colombia tienen más variedad de estos animales que la registrada en territorio ecuatoriano.
En el año pasado, se describieron 159 especies nuevas de anfibios en el mundo, de las cuales el 12% fue ecuatoriano. Con estas incorporaciones, este grupo compuesto por ranas, sapos, salamandras y cecilias cuenta con 8 268 especies a escala mundial, mientras que Ecuador suma 641.
Diego Cisneros-Heredia, curador del Museo de Zoología de la Universidad San Francisco de Quito, explica que el caso ecuatoriano es uno de los más interesantes, ya que, a pesar de su tamaño, su diversidad de anfibios es similar a la registrada en países ampliamente más extensos.
Según el portal Anfibios del Ecuador, de la Pontificia Universidad Católica del Ecuador, el país cuenta con la abundancia más alta de estos animales por unidad de área. Existen alrededor de 2 590 especies por cada millón de km2. Esto se relaciona con la amplia variedad de ecosistemas que existen en esta zona.
Cisneros-Heredia dice que aún hay muchas especies por descubrir. Datos difundidos por el Instituto Nacional de Biodiversidad (Inabio) muestran que el número de descripciones registradas durante el 2020 es uno de los más altos en los últimos 30 años. Solo ha sido superado en el 2019, cuando se describieron 24 especies.
Durante el año pasado, 19 variedades de sapos, ranas y salamandras fueron descritas y se incorporaron oficialmente a la lista de la fauna del país
El investigador de la USFQ, que participó en seis publicaciones durante el año pasado, aclara que la descripción es diferente al descubrimiento. Esto significa que las especies que se sumaron oficialmente en el 2020 a la lista de anfibios fueron halladas hace años, décadas o incluso siglos.
Una vez que los investigadores encuentran una posible nueva variedad, deben recopilar y analizar la evidencia que les permita demostrar, mediante una publicación, que realmente se trata de una especie diferente a las que se han descrito hasta ese momento.
Uno de los aspectos más importantes de las recientes descripciones es que 15 de las 19 variedades son endémicas, es decir, solo se las puede encontrar en esta zona del planeta. La rana pecho blanco de Bilsa es parte de este grupo y, a pesar de que se incorporó recién a la lista, ya se encuentra clasificada como En Peligro Crítico, según el ‘Libro Rojo de Anfibios del Ecuador’.
Sapo bocón cornudo habita en Orellana.
Lo mismo ocurre con las dos especies de salamandras gusano que se describieron ese año. El biólogo explica que son extremadamente raras. Hasta que ambas fueron descritas, solo se conocía de un individuo de salamandra gusano en Ecuador, que había sido colectado a finales de 1800 y depositado en el Museo de Historia Natural de Londres.
Anfibios del Ecuador revela que, además de la rana pecho blanco de Bilsa y las salamandras, otras cinco especies recién descritas están en categorías de amenaza. Dos son Casi Amenazadas y las demás están como No Evaluadas o Datos Insuficientes.