El caso Chevron-Texaco se ha convertido en un culebrón al estilo de La Casa Rusa, una de las novelas de espionaje de John Le Carre.
Ahora resulta que Ecuador también posee pruebas en contra de Diego Fernando Borja Sánchez.Ante esas evidencias, el estudio jurídico Winston&Strawn, a nombre del Estado ecuatoriano, impuso una demanda a Borja en San Francisco, California.
Borja trabajó para Chevron-Texaco como contratista y desde el año pasado es una pieza clave de la defensa de la petrolera, por el juicio que enfrenta en Lago Agrio. Diego Borja en compañía de Wayne Hansen, supuesto experto en limpieza ambiental, grabó videos en los que el juez Juan Núñez, menciona que fallará en contra de la petrolera y de supuestos sobornos a favor de miembros de Alianza País. Estos vídeos obligaron a que Núñez fuera apartado del juicio. Mientras que Hansen resultó ser un ex prisionero por tráfico de drogas.
La demanda contra Borja fue aceptada. El juez Edward Chen la tiene a cargo. El demandado ya tiene fecha para presentarse a la Corte; el 1 de octubre. Como evidencias se exhiben las conversaciones que Borja, vía skype, tuvo con su amigo Santiago Escobar. Estas charlas, de ser verdad, retratan a Borja como un individuo sin escrúpulos ni principios que se vende al mejor postor.
La demanda, empero pone la alerta que “dado que Borja no es ciudadano estadounidense y que todo indica que todavía posee ciudadanía ecuatoriana, podría escaparse de este distrito judicial”. Esa advertencia la expone haciéndose eco de un comentario que Borja le hizo a Escobar: “¿Cómo me van a obligar a testificar si no estoy en el país? Empacaré y mi iré a mi rancho. Me iré a Brasil, allá tengo mil hectáreas. Me iré donde quiera y desde allá, quiero decir quien me va a obligar a atestiguar?”.
Ecuador demanda que Borja entregue todas las pruebas sobre estas conversaciones con el juez Núñez y que declare bajo juramento la participación de Chevron-Texaco en la grabación de los vídeos y la relación de su esposa, Sara Portilla, con la trasnacional. La petrolera ha insistido que no intervino en la grabación de esos videos. James Craig, vocero de Chevron-Texaco, mediante un e-mail, insistió que “expertos forenses confirmaron la autenticidad de los videos de Borja”, durante las conversaciones que mantuvo con el juez Núñez.
Esas grabaciones muestran “que a Borja se le solicitó pagar un soborno en una reunión con Patricio García, un miembro oficial del Alianza País”, reiteró.
“Borja no tiene forma de escapar a este juicio, que además será muy costoso. Tendrá que declarar quién le paga sus abogados. ¿Lo va hacer Chevron? Si se escapa del país o se prueba que Chevron paga su defensa, Ecuador tendrá argumentos a favor en La Haya”, dice un abogado que conoce sobre las leyes de EE.UU. pero que por no estar involucrado en el caso pide la reserva del nombre.
En sus conversaciones con Escobar, Borja deja entrever que a Chevron-Texaco la tiene por el cuello. “Tengo muchos e-mails, muchas cosas. ¿Crees que me iba a lanzar al agua sin eso? Ellos son una m’ Tengo correspondencia de conversaciones que ni si quiera te puedes imaginar, pana. Son cosas que pueden hacer a los amazónicos ganar así (hace un chasquido con los dedos)”.
Además se exhibe una conversación entre Borja y Escobar que adentra en más detalles y que se desarrolla así: Borja: “ellos no pueden venir a mí con pequeños regalos. Eso no va conmigo.
Escobar: “Okay. Tú quieres algo grande”. Borja: “Por supuesto, más que grande, solo seguridad no es suficiente”. Escobar: “Okay, seguridad en todos los aspectos, económicamente, la familia, trabajo”. Borja: “Por supuesto, cosas por las que te matas toda la vida. Los quiero a ellos listos para no preocuparme”. Luego asegura que: “me pagan todo, es como estar haciendo un trabajo de consultoría en Ecuador. Yo solo gasto y ellos (Chevron) me pagan. No hay un monto, pero es mucho”.