En San Lorenzo una de las playas más pintorescas de Manabí y el país, se registró uno de los acontecimientos más bellos de la naturaleza. Hoy después de las 08:00 eclosionaron de sus huevos 70 tortugas verdes (Chelonia Mydes). El nido ubicado al norte del enclave marino estaba cubierto con una malla metálica para preservar la vida de los neonatos de posibles ataques de depredadores y animales domésticos.
Dos guardaparques de la reserva faunística Pacoche levantaron la malla. Fue entonces cuando las pequeñas tortugas de entre 8 y 10 centímetros de largo iniciaron una especie de maratón hacia el mar. Desde su nido, ubicado sobre la playa a 300 metros del océano, los recién nacidos reptaban con sus patas sobre la arena blanca.
A ratos una tortuga se desplaza sobre la otra hasta que encuentran a campo abierto un camino que las lleve hacia el agua. El sonido de las olas las orienta cuando eclosionan a plena luz del día.
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El acontecimiento no pasó desapercibido para un grupo de turistas que se alojaba en una de las hosterías del lugar. Entre ellos estaba Roberto Ruíz un biólogo peruano. “Disfrutaba de un confortable sueño, cuando escuché que había eclosión de tortugas, salte de mi cama y corrí a la playa, ahí estaban las indefensas tortugas verdes”.
Mientras los guardaparques tomaban muestras de la talla y peso de varios neonatos, sus hermanos emprendían la primera carrera más larga al iniciar su vida, llegar al mar. Después de 40 minutos de esfuerzo, con varios descansos las tortugas verdes alcanzaban el mar. Algunos se perdían entre la espuma de las olas y después simplemente se dejaban llevar por la marea y desaparecían.
San Lorenzo está considerada una playa santuario para la anidación de tortugas marinas de la especie verde, golfina y probablemente de la Laúd.