Un documental relata la historia de los tsáchilas

El rodaje del documental ‘Miya’ (el gran líder) duró alrededor de cuatro meses en las comunas tsáchilas.

El rodaje del documental ‘Miya’ (el gran líder) duró alrededor de cuatro meses en las comunas tsáchilas.

El rodaje del documental ‘Miya’ (el gran líder) duró alrededor de cuatro meses en las comunas tsáchilas. Foto cuenta de Facebook Ceibo Producción Audiovisual

Como un homenaje al último gobernador vitalicio de los tsáchilas, Abraham Calazacón, se filmó el documental ‘Miya’ (Gran líder). En este trabajo se recopilan las anécdotas, obras y saberes ancestrales del poné (sabio) de la nacionalidad. La producción y edición del documental duró alrededor de cuatro meses.

El director de Ceibo Producciones, William Silva, asegura que la idea de esta producción nació tras hacer otras muestras cinematográficas sobre los tsáchilas. “En los tres documentales anteriores, descubrimos que en la oralidad de la nacionalidad tsáchila existen referentes bien marcados, tanto en la historia como en los mitos nativos”.

Uno de los mitos que se observa en el documental es el de la procedencia de los tsáchilas. Ellos aseguran ser originarios de Centroa­mérica, debido a las semejanzas físicas que tienen con los pueblos indígenas taínos, de las Bahamas de y Las Antillas.

Según el historiador Roberto Andrade, no hay datos históricos que los relacionen. En los libros se empezó a hablar de los tsáchilas a partir de la Real Audiencia de Quito, en 1563.

El tsáchila Budy Calazacón relata en el video que los primeros asentamientos en Ecuador tuvieron lugar cerca de los ríos Cocaniguas, Bolaniguas y Mindo, en el noroccidente de Ecuador.

“Nuestros antepasados pensaban radicarse ahí, pero la viruela y la fiebre amarilla los hizo migrar”, relata Calazacón. Los tsáchilas encontraron en el achiote la cura para las enfermedades.

Una de las leyendas orales afirma que el más grande líder nativo tomó ayahuasca (bebida alucinógena) para comunicarse con los dioses. Ellos le mostraron la sanación a través del achiote. Los tsáchilas cubrieron su cuerpo con la semilla y poco a poco se sanaron. Como un tributo se cortaron el cabello y lo pintaron con achiote. Esa tradición se inició en 1600.

Según el documental, de ese gran sabio nació la dinastía Calazacón. Abraham fue el cuarto gobernador vitalicio. El exalcalde de Santo Domingo y radiodifusor Hólger Velasteguí narra en el documental el acercamiento que tuvo con él. “Lo recuerdo como un hombre amable y cordial. Él gestionó con la Presidencia la legalización de las tierras tsáchilas”.

Para el gobernador tsáchila Javier Aguavil, el documental es muy importante para recopilar la historia nativa. “No tenemos libros que respalden nuestra historia y por eso los jóvenes no la conocen. Abraham Calazacón debe servir de ejemplo de lucha y valentía”, señaló.

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