De la virgen a la diva kitsch: la representación de la mujer en el arte ecuatoriano

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La mujer ha sido uno de los motivos clave en el arte ecuatoriano. Su rostro, sus formas, ya formaban parte de los primeros trabajos realizados en la Escuela Quiteña.

Las representaciones de la Virgen María en sus distintas advocaciones fueron las primeras en aparecer entre los maestros de los distintos talleres de la Real Audiencia de Quito.Con el transcurso de los años, los motivos fueron cambiando.

La aparición de cuadros de mujeres de la alta sociedad de la época colonial invitaban a los artistas a mirar dentro de sus sociedades.

Ya la mujer dejaba el ámbito estrictamente religioso para ser incorporada en los distintos oficios de la época.Pero fue en la época republicana donde más presencia ha tenido la mujer. Ya Joaquín Pinto la dibujaba como parte esencial de los ritos de los pueblos de los Andes.

Y en la modernidad fue uno de los temas de autores como Guayasamín, Endara o Kingman.

En la actualidad, y con la diversidad de disciplinas dentro de las artes gráficas, la mujer es ahora la inspiración de fotógrafos, cineastas, pintores, escultores y demás. Ella es una tecnocumbiera, bien un rostro deforme. También es una virgen alada, o una suerte de demonio nocturno.

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