El CEO de Disney, Bob Iger, ha confirmado que la compañía cambiará su enfoque y dejará de lado la agenda woke para centrarse en su misión principal: entretener.
Así lo señala un artículo del sitio Religión En Libertad. La decisión llega tras años de controversia y fracasos comerciales que han afectado la imagen y rentabilidad del gigante del entretenimiento.
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La agenda woke es un enfoque ideológico que promueve la diversidad, la inclusión y la equidad, abarcando temas como el feminismo, los derechos LGBT, la justicia racial y la teoría crítica, a menudo con un énfasis en la corrección política y el activismo social.
Un giro en la estrategia de Disney
Desde el asesinato de George Floyd en 2020, Disney fue una de las empresas que se sumó activamente al movimiento woke, con iniciativas de diversidad, equidad e inclusión (DEI) en sus producciones y parques temáticos.
En su momento, la empresa declaró su compromiso con el “cambio real” a favor de la diversidad. Sin embargo, la postura comenzó a moderarse en 2022 cuando Bob Chapek, entonces CEO, afirmó que las declaraciones institucionales “hacen muy poco para cambiar las mentes”.
Con el regreso de Bob Iger al liderazgo, la compañía ha dado un paso más y ha abandonado oficialmente su agenda woke. Recientemente, Disney canceló el estreno de ‘Win or Lose’, una historia con temática transgénero que estaba prevista para febrero de 2025 en Disney+. “Nuestra misión debe ser entretener, no guiarnos por una agenda”, afirmó Iger.
Fracasos en taquilla y pérdida de apoyo
El cambio de rumbo se debe, en gran parte, al descontento del público y los malos resultados en taquilla de varias producciones con contenido woke. Ejemplos como ‘Lightyear’ (2022), con el primer beso homosexual en una película de Disney, o ‘Mundo extraño’ (2022), que presentaba una familia birracial y un protagonista abiertamente gay, fracasaron estrepitosamente en recaudación.
En contraste, ‘Intensamente 2‘ (2024), libre de mensajes ideológicos, se convirtió en la película animada más taquillera de la historia, con más de 1.500 millones de dólares en ingresos.
Conflicto con políticos conservadores
El giro de Disney también está influenciado por su batalla con el gobernador de Florida, Ron DeSantis, quien revocó el estatus especial de autogobierno de Disney World en Orlando.
La compañía perdió el control del distrito de Reedy Creek, ahora supervisado por una junta estatal conservadora.
A pesar del cambio, Disney enfrenta desafíos. La compañía busca un nuevo CEO para 2026, y el futuro de su estrategia dependerá del liderazgo que lo reemplace.
Mientras tanto, la apuesta por un entretenimiento sin ideologías parece ser la nueva dirección de Disney.