Por medio de una notificación auditiva y vibratoria, las personas con discapacidad visual pueden crear mapas mentales del lugar en el que se encuentran. Así, establecer si un obstáculo está cercano a ellos. Este procedimiento lo realizan por medio de Handeyes, un asistente robótico para personas no videntes o de muy baja capacidad visual.
Existen dos versiones del aparato: uno que simula la forma de un brazalete que se lo coloca en la muñeca y el otro, similar al manubrio del bastón.
El proyecto fue desarrollado por Diego Rivadeneira, Andrea Cartagena, Carlos Canacuán, Álex Aldás y Diego Aguinsaca, estudiantes de la Escuela Politécnica del Ejército (Espe). Les tomó cerca de seis meses plantear la idea y desarrollarla.
Un sensor ultrasónico que está ubicado en la parte delantera registra la distancia de los objetos hasta seis metros. Estos datos se procesan internamente a través de un microcontrolador que se traduce en una señal que se manifiesta con un tono o una vibración. Entre más grave es el tono, el objeto está más lejano, pero si es agudo significa que está cerca de la persona.
Aldás, estudiante de Mecatrónica, explica que el sonido es proporcional con la distancia. “Con esto las personas pueden tener un bastón de seis metros que les ayuda a identificar objetos mientras caminan”.
Este sistema se completa con otro sensor, ubicado en la parte lateral del dispositivo, el cual -con cuatro luces LED– percibe e identifica cerca de 20 colores. Incluidas las gamas del azul.
El usuario es notificado a través de una voz sintética que le dice el nombre del color.
Una de las característica novedosas de estos dispositivos es que tienen un reproductor de audio MP3 que permite reproducir archivos de audio. Además, las personas con discapacidad visual pueden escuchar la hora y la fecha. Por ello, cada equipo de Handeyes tiene una entrada para auriculares. Diego Rivadeneria, estudiante de la Espe, señala que las piezas fueron impresas en 3D con el plástico ABS.
Este proyecto ecuatoriano obtuvo el primer lugar en la categoría de Impacto Tecnológico en la Segunda Copa Internacional de Robótica (CIR) del Instituto Politécnico Nacional (IPN) realizada en la ciudad de México en septiembre.
Los estudiantes están buscando apoyo local para que este proyecto sea utilizado por las personas con discapacidad visual en el país. Según cifras del Consejo Nacional de Igualdad de Discapacidades (Conadis), hay 361 511 personas con discapacidad en el país. De los cuales 42 082 tienen ceguera.
En la Convención sobre los derechos de este grupo vulnerable, la resolución WHA58.23 de la Asamblea Mundial de la Salud y las Normas Uniformes sobre la igualdad de oportunidades para las personas con discapacidad se subraya la importancia de los dispositivos de apoyo. Por ello, se pide a los estados que promuevan el acceso a los aparatos y a las tecnologías de apoyo a un costo asequible y que proporcionen capacitación a las personas con discapacidad y a los profesionales y el personal que trabajan en los servicios de habilitación y rehabilitación.
Precisamente, en el país se han realizado más avances tecnológicos relacionados con las discapacidades. Por ejemplo, la Dirección General de Aviación Civil (DGAC) impulsa el programa denominado Aviación, un vuelo sin límites, que integra a personas con problemas de visión en las terminales aéreas a escala nacional.
En el aeropuerto, las personas reciben un equipo similar a un celular que les proporciona, de forma auditiva, datos sobre hoteles y transportes que pueden tomar en la ciudad a la que viaja.
Otro de los mayores desarrollos tecnológicos realizados en el país es el traje RunaTech, desarrollado por Inti Condo. Este proyecto tiene sensores que emiten una alerta de activación al sistema de vibración cada vez que reconocen la proximidad de un obstáculo.