Los frutos rojos son alimentos ricos en antioxidantes. Foto: Pixabay
Tomates, frutillas, frambuesas, ajo y almendras son algunos de los alimentos que se incluyen en dietas para “prevenir el cáncer”. En realidad, basta una búsqueda en Google para encontrar todo tipo de planes alimenticios que mezclan distintos tipos de alimentos con este fin.
Lo que tienen en común estos alimentos con otros como el kiwi, el arándano, aguacate, aceite de oliva y el salmón es su alto contenido en antioxidantes. Algunos ejemplos alimenticios son el betacaroteno, el licopeno y las vitaminas A, C y E.
Estos componentes se encargan de mantener las células en buen estado, es decir previenen su degeneración. Cuando interactúan con radicales libres (compuestos químicos que pueden dañar las células), los neutralizan impidiendo que se degeneren y se multipliquen sin control.
Según el oncólogo, Edgar Rodríguez, las células normales envejecen o se dañan y mueren. En el caso del cáncer las células dañadas no mueren y se reproducen formando tumores. “Lo que estos alimentos hacen es prevenir la degeneración celular, pero no es una garantía”, indica Alegría Dávalos, nutricionista.
El cáncer es una enfermedad multifactorial. Hay componentes genéticos, una mala alimentación, exposición a elementos tóxicos, hábitos dañinos como el consumo de alcohol y tabaco, entre otros que pueden aumentar el riesgo de desarrollar la enfermedad.
Al consumir alimentos ricos en antioxidantes, se está atacando a uno de los factores. De todas formas no hay certeza de que la persona no desarrolle la enfermedad en el futuro. Según Dávalos es un error basar toda la esperanza de no enfermarse basado únicamente en una alimentación sana, aunque es un factor importante. “No hace daño consumir estos alimentos en mayor cantidad pero no hacen milagros”, asegura.
En el mundo se han realizado nueve estudios aleatorios controlados para determinar la relación entre la incidencia de cáncer y el consumo de antioxidantes, algunos de ellos patrocinados por el Instituto Nacional del Cáncer de Estados Unidos. En general los informes indicaron que no se pudo probar que los complementos de antioxidantes alimenticios son efectivos en la prevención del cáncer.
Según el mismo instituto, la falta de información sobre los beneficios se deba a que no se observaron beneficios porque los voluntarios consumieron suplementos. Cuando se consume en forma de alimentos se adquiere una mezcla compleja de antioxidantes, vitaminas y minerales.
Lo que sí se debe tomar en cuenta es que una alimentación sana si puede ayudar a sobrellevar mejor la enfermedad y el tratamiento. “Cuando el cuerpo recibe los nutrientes que necesita, recibe vitaminas, minerales, proteína y fibra, el sistema inmunológico reacciona mejor y el paciente resiste más”, asegura Rodríguez.