En el centro de Yoga Siri Prem, un grupo de mujeres realiza ejercicios de meditación. Foto: Vicente Costales/ EL COMERCIO
Las preferencias en la alimentación de los jóvenes han desplazado viejos hábitos a la hora de comer. La comida de la abuelita pierde terreno en los jóvenes frente al vegetarianismo y al consumo excesivo de comida chatarra.
Tomás y Carla Véjar son hermanos, viven juntos, pero a la hora de comer tienen distintas elecciones. Él tiene 23 años, estudia música y es amante de la comida chatarra. Ella, por otro lado, estudió gastronomía y es vegetariana desde hace cinco años. Ambos viven con su mamá y sus abuelos, que, aunque son comprensivos con su alimentación, están acostumbrados a la comida hecha en casa.
Pizzas, hamburguesas, papas y alimentos fritos son parte de la dieta de Tomás y los consume de tres a cuatro veces por semana, y, a pesar de las críticas y advertencias, hasta ahora no ha tenido problemas médicos por llevar este estilo de vida.
Al igual que él, una gran parte de los jóvenes se inclina hacia esta dieta. Pamela Albán, de 19 años, es cliente frecuente de los restaurantes de comida rápida. La joven los consume más de dos veces por semana, porque le “ahorran tiempo y dinero”.
En cambio, Carla representa al otro segmento de la juventud, que, en busca de llevar una vida más saludable, proteger el medioambiente o simplemente por estar en contra del consumo de carne, decidieron dejar de ingerir cualquier producto de origen animal.
Según Agustina Mori, nutricionista especializada en alimentación para vegetarianos, estudios realizados en poblaciones que llevan ese estilo de vida demuestran que tienen una mejor calidad de vida debido a un mayor aporte de vitaminas y minerales, un menor contenido de grasa, colesterol, y sodio en la dieta.
Sin embargo, ninguno de los dos extremos puede resultar positivo. El problema de la mayoría de jóvenes es que no son vegetarianos reales, son ‘lechugueros’, según la nutricionista Francisca Cifuentes.
El falso vegetarianismo, a su criterio, conlleva al debilitamiento e incluso a trastornos alimenticios, al igual que el consumo excesivo de comida chatarra, alta en grasas.
Existen varios tipos de vegetarianos, algunos eliminan la leche de su dieta, otros el huevo, y están los veganos que no consumen ningún producto derivado de un animal.
Esto está ligado a un estilo de vida relacionado con la práctica de la espiritualidad. Ayutananda, profesor del Centro Cultural Govinda en el Centro Histórico y padre de dos vegetarianos, explica que los fines de semana los jóvenes acuden a meditar y después se reúnen a compartir comida sana.
En el centro de Yoga Siri Prem, Sat Prakash Kaur, su fundadora, explica que de los 300 alumnos, alrededor de 100 son jóvenes y de ellos, la mayoría es vegetariana.
Para Cifuentes, las dos grandes tendencias responden en gran parte al estilo de vida actual. El cambio en las costumbres familiares, la falta de horarios de alimentación y la influencia de cadenas de comida chatarra, que ingresaron al país en los últimos 10 años, han sido determinantes en la adopción de estos hábitos.
Los lugares de comida rápida rodean universidades, colegios y sitios concurridos por los adolescentes, que, con precios económicos, logran captar a este tipo de público sobre todo los viernes y fines de semana.
Por otra parte, el aumento de restaurantes vegetarianos en los últimos cinco años es un reflejo de las preferencias de las nuevas generaciones hacia este tipo de comida, según Casandra, propietaria desde hace cuatro años de uno de estos locales en La Mariscal.
El 60% de la población, según la nutricionista, sigue estos hábitos alimenticios sin una guía especializada, lo que provoca obesidad y problemas médicos. Un estudio realizado en el 2013 por el Ministerio de Salud señala que el 26% de los jóvenes de 12 a 19 años tienen obesidad o sobrepeso.
Para Cifuentes, es necesario un control en ambos tipos de dietas: “Ahorita son jóvenes, el cuerpo todavía responde pero los hábitos extremos se van a reflejar cuando sean mayores”.
Estilo de vida con altas calorías
Empieza el día:
07:30 entre semana. 11:00, sábado y domingo. Termina el día a las 01:00 la mayoría de días.
Hobby:
Tocar guitarra, salir a eventos sociales, jugar en la computadora y chatear por redes sociales con sus amigos. No practica ningún deporte entre semana.
Desayuno:
Huevos fritos, pan, tocino, leche y queso.
Almuerzo:
Por lo general carne y papas fritas, salchipapas, mariscos, pizza, y alimentos fritos.
Cena:
Comida rápida que puede ser similar al almuerzo.
Estilo de vida de los vegetarianos
Empieza el día:
A las 05:45 entre semana. Fines de semana a las 09:00. Y termina el día a las 22:00.
Hobby:
Practicar yoga, meditación y actividades relacionadas con la espiritualidad. Ciclismo.
Desayuno:
Un jugo verde con acelga, espinaca, piña y frambuesas. Variedad de frutas y cereales.
Almuerzo:
Por lo general ensaladas, vegetales, granos, platos con quinua y berenjenas. Soya, gluten y sustitos de la carne.
Cena:
Leche, el pan integral y frutas.