La resistencia a la insulina, previa a la diabetes, aparece en la infancia

Glenda Herrera (centro), durante un baipás gástrico a un paciente con diabetes. Foto: Maria Isabel Valarezo / El Comercio

Glenda Herrera (centro), durante un baipás gástrico a un paciente con diabetes. Foto: Maria Isabel Valarezo / El Comercio

Glenda Herrera (centro), durante un baipás gástrico a un paciente con diabetes. Foto: Maria Isabel Valarezo / El Comercio

Andrés García. Redactor (I)
agarcia@elcomercio.com

Hoy se recuerda el Día Mundial de la Diabetes en medio de cifras alarmantes. En el país, hay un endocrinólogo (especialista) por cada 2 626 pacientes, muy por debajo del requerimiento. La Organización Mundial de la Salud (OMS) reportó que 347 millones de personas padecen esta enfermedad, que ya es catalogada como epidemia. No en vano, la diabetes es la primera causa de muerte en el Ecuador, según el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC).

El año pasado, 4 695 personas perdieron la vida a causa de la diabetes mellitus (tipo 2).

Pero eso no es todo. Datos de la Sociedad Ecuatoriana de Endocrinología dan cuenta que en el país alrededor de
506 911 personas padecen la enfermedad. Estos pacientes deben seguir un tratamiento médico especializado y reducir los factores de riesgo que pueden complicar la patología.

Y uno de los profesionales indispensables para el tratamiento es el médico endocrinólogo, que se especializa en el estudio de las alteraciones de las hormonas y glándulas del cuerpo.
A mediados de la década de los ochenta se produjo un retorno considerable de estos profesionales, que habían salido a prepararse en el extranjero.

Así lo recordó Víctor Pacheco, uno de los galenos de esta rama, quien afirmó que las poblaciones latinoamericanas tienen un patrón genético que favorece el desarrollo de la diabetes. Si a este factor se le suman malos hábitos alimenticios y sedentarismo, es muy probable que se produzca obesidad. Y, por consiguiente, se aumenta en cuatro veces el riesgo de padecer diabetes.

Otro dato preocupante, añadió el endocrinólogo, que arrojó la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (Ensanut) fue que la prevalencia de la resistencia a la insulina, que precede al aparecimiento de la diabetes, está presente en el 38% de la población. Pero lo que más llama la atención, es que esta resistencia comienza a temprana edad: 10 años. Principalmente, por la alimentación.

Ante esta realidad, Pacheco considera indispensable trabajar en programas de educación en las personas que pueden desarrollar la enfermedad. A lo largo de su experiencia, el experto ha notado que el ejercicio físico y una dieta balanceada pueden llegar a ayudar más que el propio tratamiento médico.

Durante el foro nacional La Epidemia de diabetes en el Ecuador, que se inauguró formalmente ayer (13 de noviembre) y se extiende hasta este viernes, se abordaron temáticas relacionadas con la cobertura de la demanda y de la atención de los -cada vez más-pacientes con diabetes.

Miguel Pasquel, presidente de la Sociedad Ecuatoriana de Endocrinología, sostuvo durante el encuentro que para que aparezca esta enfermedad crónica se requieren entre cinco y diez años de desarrollo de sobrepeso y obesidad no tratada, lo que demuestra una ausencia de programas de prevención y control desde la infancia.

Al estar relacionada la obesidad con la diabetes, una de las alternativas que se ventilan para pacientes con índice de masa corporal superior a 30 kg/m2 son las denominadas cirugías metabólicas. Entre ellas, la banda gástrica y el baipás gástrico. Así lo contó Glenda Herrera, cirujana bariátrica del Hospital Metropolitano de Quito.

Estas intervenciones, dijo Herrera, mejoran el problema metabólico del diabético, ya que el deseo de comer en exceso disminuye y también se reduce su peso. Luego de la cirugía, se debe mantener una dieta balanceada y los controles con los especialistas también deben ser constantes para evitar complicaciones futuras. “No es que se opera y ya está curado”.