El examen para medir el nivel de azúcar en la sangre es un proceso simple, se toma una pequeña muestra de sangre de uno de los dedos. El paciente tiene que estar en ayunas. Foto: Freeimages.com
Jorge Abelardo, 76 años, acude todos los martes en la mañana al Dispensario del Instituto de Seguridad Social (IESS) de Chimbacalle, sur de Quito, para hacerse una glucemia (examen que mide el nivel de glucosa en la sangre). En una pequeña libreta lleva el registro de los resultados por sugerencia de su médico tratante.
“Con este (examen) me controlo. A veces se me sube la glucosa y tengo que cuidarme más en las comidas durante el resto de la semana, en otras ocasiones los niveles de azúcar están dentro de lo normal y puedo estar tranquilo”.
Jorge fue diagnosticado hace más tres años con diabetes tipo 2, y aunque no ha tenido complicaciones por este mal, toda su familia ha cambiado sus hábitos alimenticios para ayudarle a controlar su enfermedad.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) existen 347 millones de personas con diabetes en el mundo, se calcula que en 2012 fallecieron 1,5 millones de personas como consecuencia del exceso de azúcar en la sangre. Según el Atlas de la Federación Internacional de la Diabetes cada seis segundos una persona muere por causa de esta enfermedad.
En Ecuador los datos son igual de alarmantes. Según las cifras del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INEC), en 2013, la diabetes estuvo entre las principales causas de muerte, y en el Atlas de la Diabetes se establece que hay entre 500 000 y 600 000 personas que padecen diabetes en el país .
Esta enfermedad se ha convertido en una epidemia que crece cada día. Según Clemente Orellana, médico endocrinólogo, que ha escrito varios libros sobre este tema, “hay muchos más diabéticos en el Ecuador. Muchas personas no saben que padecen esta enfermedad. Si se hiciera un estudio serio de diabetes, la cifra aumentaría considerablemente”.
Hay tres tipos de diabetes: la tipo 1, causada por una reacción autoinmune, el cuerpo no produce insulina. La tipo 2, cuando el cuerpo deja producir suficiente insulina. Y la gestacional, esta se da en mujeres que desarrollan una resistencia a la insulina durante el embarazo.
“La diabetes tipo 2 es la que se ha convertido en epidemia”, aclara Byron Cifuentes, presidente de la Federación Ecuatoriana de Diabetes, “esta es una enfermedad crónica progresiva. Los elevados niveles permanentes de glucosa en la sangre son los que van dañando los órganos”.
Pero, la enfermedad por sí sola no causa la muerte de una persona, “la diabetes per se no le mata al paciente. El mal control de la diabetes, la hiperglucemia crónica y el exceso de azúcar permanente daña los microvasos y produce las complicaciones”, asegura Clemente Orellana.
“El diabético generalmente muere por infarto del miocardio o por derrame cerebral”, señala Cifuentes. Por ello es necesario que los pacientes aprenden a convivir con la enfermedad , ya que esta “no es curable, pero si previsible y controlable”.
Los dos especialistas consultados recomiendan que las personas que han sido diagnosticadas con esta enfermedad deben autocontrolarse en las comidas, bajar de peso, y así como Jorge llevar un registro permanente de sus niveles de glucosa para detectar a tiempo cualquier alteración que pueda causar complicaciones graves.
“La diabetes no mata a nadie, pero su mal control acaba con miles de vidas en el mundo”, insisten los especialistas.