El 12 de abril se destaca como una fecha especial en el calendario gastronómico global: el Día Mundial del Helado. Esta celebración, promovida por una organización internacional, tiene como objetivo no solo incentivar el disfrute de este delicioso postre, sino también rendir homenaje a una creación que ha conquistado a los paladares de todo el mundo.
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El origen del helado es incierto. Algunos estudiosos lo vinculan con la antigua Roma, donde, según relatos, se elaboraba un dulce a base de nieve traída de los Alpes, frutas frescas y miel. Otros mencionan que el emperador Nerón era un ferviente amante de este manjar y mandaba traer nieve desde las montañas para su deleite personal.
Independientemente de su origen exacto, lo cierto es que el helado se ha convertido en un símbolo universal que conecta con el corazón y el paladar de personas de todas las culturas y épocas.
La demanda de helado
Pablo Paoli, maestro heladero, explicó a Infobae cómo ha cambiado la demanda de helados a lo largo de los años: “Desde hace un tiempo, el helado pasó a ser el postre preferido en todo el año y no algo de estación. Gracias a eso, creció la variedad de sabores y combinaciones especiales. Para eso vamos viendo lo que pide la gente y lo creamos con nuestro estilo: buscamos lo tradicional con lo que está de moda”.
Paoli, quien se desempeña en la heladería Alfonsina en Mar del Plata, destacó algunas de las combinaciones innovadoras que son tendencia actualmente: “Por ejemplo, hoy está muy pedido el pistacho, así que creamos un sabor de mousse de limón con crema de pistacho y un chocolate italiano con pistachos. Otro sabor es el banana con licor o churros con dulce de leche”.
El helado no solo es un postre
Otro de los maestros heladeros consultados por Infobae fue Franco Savino, quien reflexionó que el helado “no es solo un postre: es parte de una sobremesa en familia, de una charla con amigos, es un paseo”.
“Recuerdo con mucha nostalgia cuando íbamos a tomar helado con mis viejos y hermanos a la heladería del barrio, esperábamos ese día. Es una costumbre que atraviesa generaciones”, comentó. Para Savino, esta conexión emocional con el helado es un motor esencial en su trabajo en la heladería Occo. “No estamos creando solo un producto, sino formando parte de momentos”, afirmó.