La devoción une a familias del barrio La Merced, en Latacunga

Durante 60 años, los moradores del barrio de Latacunga forman parte de los  tradicionales festejos de septiembre. Confeccionan los trajes de cada personaje.

Durante 60 años, los moradores del barrio de Latacunga forman parte de los tradicionales festejos de septiembre. Confeccionan los trajes de cada personaje.

Durante 60 años, los moradores del barrio de Latacunga forman parte de los tradicionales festejos de septiembre. Confeccionan los trajes de cada personaje. Foto: Raúl Díaz para EL COMERCIO

La Mama Negra de septiembre, en Latacunga, es toda una tradición. Por más de 60 años, varias familias del barrio La Merced, en el centro de la capital de Cotopaxi, confeccionan los trajes que vestirán durante los festejos que se cumplirán el 23 y 24 de septiembre de 2018.

Cada año siguen una costumbre familiar, religiosa y de fe a la Virgen de La Merced. Se trata de disfrazarse de los personajes principales de la comparsa compuesta por la Mama Negra, el Capitán, el Rey Moro, el Abanderado, el Embajador y el Ángel de la Estrella. “La tradición es que los hermanos, primos, sobrinos, nietos y bisnietos, devotos de la virgen, hereden cada uno de los personajes”, dice Víctor Quevedo, quien cumplirá este mes 24 años de vestirse como una de las dos mamas negras que participarán en esa celebración.

Su madre Mariana Olmedo le pidió que asumiera esa responsabilidad a los 18 años, tras la muerte de Eduardo López. Desde entonces con su traje colorido cabalga en su caballo por las estrechas calles de Latacunga. En su mano carga a su hija Mercedes.

Explica que el festejo se cumple porque en septiembre se recuerda el ‘milagro’ de la Virgen, quien habría aplacado la furia del volcán Cotopaxi durante la erupción de 1742; por esa razón es conocida como la ‘Virgen del volcán’.

Cuenta que la originalidad de la celebración es que cada uno de los priostes desde abril trabaja en la confección de sus propios trajes. Mariana Olmedo dedica 45 de sus 86 años a esa labor. En su taller cose con hilo y una aguja las cintas y bambalinas que adornan los trajes de la yumbada para entregar a sus nietos. También tiene la vestimenta de la carishina, que en la comparsa acompaña al huaco o el brujo que realiza las limpias con yerbas y el ashanguero con una canasta llena de alimentos.

Cuenta que el champusero reparte en la fiesta esa bebida hecha con harina de maíz y mote. Además, el loero que acompaña a la Mama Negra y recita loas a la gente que asiste a la festividad, con un poco de picardía y religiosidad. “Confecciono todos los trajes para vestir a mi familia que participará en la celebración”.

En su puesto de trabajo Edgar Moreno alista el traje y la bandera con cuadros de colores. Representa al Capitán que heredó como una tradición de sus abuelos. Hace cinco años fue nominado por las vivanderas del Mercado La Merced como El Capitán. “Vestiré hasta que la Santísima Virgen me dé vida, caso contrario pasará a manos de mi hijo”.

En otro taller cercano, Luis Mayo apura el trabajo. Él moldea los sombreros del Ángel de la Estrella y de la yumbada, son 25 parejas que bailarán con sus trajes rosados, rojo, azul, amarillo... Durante 25 años viste a sus hijos y nietos que intervienen en la celebración.

En esta labor apoya Leonor Merino, coordinadora de la Asociación Vivanderas La Merced. Recorre las casas de cada una de las familias para que no haya retrasos. El 23 y 24 de septiembre cientos de personas participan en coloridas y alegres comparsas por las calles de Latacunga, acompañados por bandas de música y grupos de danza.

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