La devoción por el Cristo Negro viajó en canoa por el río Daule

La imagen del Señor de los Milagros a bordo de una canoa encabezó una procesión fluvial en el río Daule. El sábado pasado más de 70 embarcaciones participaron en el acto. Foto: Enrique Pesantes/EL COMERCIO

La imagen del Señor de los Milagros a bordo de una canoa encabezó una procesión fluvial en el río Daule. El sábado pasado más de 70 embarcaciones participaron en el acto. Foto: Enrique Pesantes/EL COMERCIO

La imagen del Señor de los Milagros a bordo de una canoa encabezó una procesión fluvial en el río Daule. El sábado pasado más de 70 embarcaciones participaron en el acto. Foto: Enrique Pesantes/EL COMERCIO

La Lady Dayanna se movía entre las aguas del río Daule y la devoción de cientos de feligreses. La pequeña canoa estaba ataviada de globos de colores y un arco de flores que formaban el nombre ‘Señor de los Milagros’. En medio, la imagen conocida también como el Cristo Negro estaba sobre la cruz.

Había sido amarrada a la base de la embarcación para que soportara el vaivén de las olas. Fue un viaje de casi una hora entre la cabecera cantonal de Daule hasta el recinto Naupe.

Es una tradicional procesión en el río que marca la devoción de los pobladores de Daule y cantones aledaños en Guayas. La mañana del sábado 10 de septiembre, cientos de personas iban en más 70 embarcaciones. Una ruta que partió desde el muelle dauleño y en su recorrido encontraba más muestras de fe.

La Narcisa de Jesús, Cuatro hermanos, El amor de mi vida, Santa Narcisa, Matías y Dark y otras embarcaciones comenzaron la peregrinación pasadas las 10:30. El Municipio de Daule contrató 50 canoas pero en el camino se sumaron otras 20 para llevar a los devotos que hicieron fila en el muelle.

La población de origen montuvio dejó sus campos y sus casas para hacer el recorrido de la procesión fluvial que comenzó por los años 1600, según los historiadores.

Llegaron para pedir porque mejoren los precios de la cosecha de arroz de verano, pues por una saca de 205 libras solo reciben USD 39, cuando en meses pasados ganaban 42. Para rogar que la cosecha del mango sea próspera, además para agradecer por milagros que le atribuyen al patrono.

Sobre el origen del Cristo Negro hay dos leyendas. En época de la esclavitud, un sirviente se atrevió a tocar la imagen y un sacristán o santero lo castigó con latigazos.

Tras ese evento, el Cristo se tornó de piel negra. La otra cuenta que un español que se estaba quedando ciego prometió restaurar la sacristía, si el Cristo le devolvía la visión. Como le concedió el milagro, su fe se extensión por la campiña costeña.

Las fiestas patronales del cantón Daule se celebran desde el 5 hasta el 14 de septiembre. Este año la imagen se colocó en una sola canoa y no sobre una estructura formada por tres embarcaciones como se hacía en años pasados, contó el párroco Freddy Barzallo.

El sábado pasado, la imagen réplica de 1,50 metros fue llevada del santuario a la casa de la familia Cruz Álvarez. Ahí, en la otra orilla del río, se la limpió y se adornó la canoa para la procesión. María Cruz, secretaria de la iglesia, estaba nerviosa organizando la ubicación la banda de músicos que llegó de Samborondón.

Los hermanos Muñoz tocan cada año desde una canoa que se ubica cerca del Cristo Negro. Wilson Muñoz acompaña con su música la devoción desde que tenía 17 años y su padre dirigía la banda.
Ahora tiene 60 años.

A lo largo de la procesión, en ambas orillas se montaron altares, arreglos florales, banderas y mensajes para celebrar al patrono. Mientras el Cristo Negro se bambolea sobre las aguas del Daule.

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