Astrónomos de la Universidad de Columbia en Nueva York descubrieron evidencia por primera vez de la existencia de una luna fuera del Sistema Solar, que orbita alrededor de un planeta distante unos 8 000 años luz de la Tierra.
Si la observación se confirma, sería el primer satélite descubierto fuera de nuestro Sistema Solar, según el trabajo presentado por Alex Teachey y David Kipping en la revista especializada Science Advances.
Un año luz equivale a la distancia que tarda en recorrer la luz en un año. La exoluna tendría un 1,5% de la masa de su planeta, una relación similar a la que existe entre la Tierra y nuestra Luna. Pero como el planeta gaseoso es más grande que Júpiter, su luna tiene aproximadamente la masa de Neptuno y también es de formación gaseosa.
Este tipo de satélite sería por tanto diferente a los 200 que han sido catalogados ya dentro del Sistema Solar. “Si el descubrimiento se confirma por otras observaciones del (telescopio) Hubble, podría brindar indicios decisivos sobre el desarrollo de los sistemas de planetas y podría hacer que los expertos revisasen las teorías de cómo se forman las lunas alrededor de los planetas“, destacó Kipping. Los dos investigadores observaron con el Hubble la estrella Kepler-1625, junto a la cual el telescopio espacial Kepler de la Nasahabía descubierto previamente un planeta.
Gracias a las observaciones del Kepler los astrónomos saben que el planeta orbita en torno a su estrella aproximadamente a la misma distancia que la Tierra del Sol. Sin embargo, se trata de un planeta gaseoso que tiene probablemente varias veces más masa que Júpiter, el planeta más grande de nuestro sistema.
Los investigadores encontraron anomalías intrigantes. “Vimos pequeñas desviaciones y bamboleos en la curva de luz que llamaron nuestra atención”, recuerda Kipping. Los expertos analizaron estas anomalías con el Hubble, que es cuatro veces más preciso en el análisis de las curvas de luz que el Kepler.
El tránsito astronómico es un fenómeno por el cual, desde el punto de vista de la Tierra, un astro pasa por delante de otro más grande produciendo un oscurecimiento que permite a los astrónomos sacar numerosas conclusiones.
Al observar el tránsito de este planeta con el Hubble, el fenómeno comenzaba unos 78 minutos antes de lo esperado, una desviación que podía ser provocada por una luna o también por otro planeta.
Sin embargo, no se ha descubierto la presencia de otro planeta en torno a la estrella Kepler-1625. A ello se suma que unas 3,5 horas después del tránsito, los investigadores observaron otro oscurecimiento de la estrella que encaja con el tránsito de una luna “que va detrás del planeta como un perro sigue a su dueño atado a la correa”, explica Kipping.