Desayunar es bueno sin comer demasiado

La fruta es considerada como el “alimento perfecto”, por su fructuosa, que puede ser transformada con facilidad en glucosa, lo que significa que limpia y purifica el cuerpo al mismo tiempo. Foto: EL COMERCIO

La fruta es considerada como el “alimento perfecto”, por su fructuosa, que puede ser transformada con facilidad en glucosa, lo que significa que limpia y purifica el cuerpo al mismo tiempo. Foto: EL COMERCIO

"Es muy importante tomar desayuno, porque el ayuno nocturno dura 7 a 8 horas y tiene procesos metabólicos propios que cambian cuando despertamos. Por ello el desayuno debe tener carbohidratos, porque necesitamos energía para nuestros músculos y el cerebro, especialmente. Además debe tener proteínas, porque son parte de las enzimas y otras sustancias que permiten que el organismo funcione bien. Por último, debe contener una fracción pequeña de grasa, porque regula el apetito, lo que ayuda a la persona a no sentir hambre y mantenerse en forma", explica la nutrióloga Mónica Manrique, doctora del Instituto Nutramed.

Y agrega que a la hora de elegir carbohidratos lo ideal es que sean ricos en fibras, como el pan integral, y siempre evitar el exceso de azúcar.

"Si alguien consume mucha azúcar al desayuno, tendrá un aumento de insulina en la sangre que le provocará una baja de la glicemia. Son personas que dos horas después de tomar desayuno sienten sueño. Por esta razón, el desayuno no debe ser abundante".

Para ayudar en las porciones, se acaba de crear la página , donde explican cómo en no más de 15 minutos se puede tomar un desayuno balanceado.

"Estudios concluyen que las personas que toman desayuno tienden a ser más delgadas que quienes se saltan esta comida, ya que desayunar está asociado con una menor incidencia de sobrepeso y obesidad. El desayuno ayuda a estabilizar los niveles de glucosa, que regulan la sensación de hambre y la energía", asegura el nutricionista Héctor Carrasco.

Si las necesidades nutricionales diarias de una persona adulta son de 2 mil calorías, el desayuno debería aportar 500 de ellas, se lee en la página, en un mix de leche, cereales y fruta. Siempre respetando porciones definidas. Por ejemplo, en el caso de los cereales, esto se traduce en una rebanada de pan integral, media marraqueta, cuatro galletas, 40 gramos de avena o 30 gramos de cereales.

El orden de la comida también es clave. "Antes que nada, es recomendable comerse una fruta cruda, sin azúcar, porque esto entrega fibra y ayuda a la digestión. Después té o café con leche descremada y ojalá con endulzante, como stevia, que es natural. Un par de rebanadas de pan integral o marraqueta sin miga, acompañado de jamón de pavo, quesillo, palta, queso laminado tipo gauda y mermelada sin azúcar", dice la doctora Manrique.

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