Las macetas o floreros están en correspondencia con la variedad usada. Los diseños que incorporan especies sui géneris ofrecen alternativas de decoración. Fotos: Diego Pallero / EL COMERCIO
Espacios pequeños para vivir en las grandes ciudades es de lo que se habla actualmente. Pero no se ha dicho nada sobre algún desinterés por conservar plantas en la casa. El hecho de no tener un jardín o grandes patios no es impedimento para contar con este elemento decorativo.
Las sintéticas son una opción ideal. No por ser de este material son menos valiosas, ya que la calidad en materiales y diseños se acopla a características realistas.
Las flores de colores vistosos y combinados son las preferidas en Gama Importados. En este local de Quito, las plantas de varios modelos y tamaños ocupan gran parte de su oferta decorativa.
Según su representante, Geovanna Montesdeoca, los clientes acuden en búsqueda de sus flores y pequeñas plantas, debido a la apariencia natural que les da su textura.
Las plantas artificiales se conservan tanto en interiores como fuera de la casa. Proliferan los tamaños pequeños, ideales para colocar sobre repisas y muebles; mientras que las más grandes se acoplan a entradas y pasillos.
Ya sean de resina, de plástico o de tela, las combinaciones de colores y hojas aparentemente naturales atraen, así como las flores blancas. El beneficio radica en la facilidad de su cuidado, considerando el ritmo de vida de las familias actuales.
Los clientes también pueden optar por armar sus propios maceteros para la casa, ya que el mercado ofrece flores individuales.
Aunque la creatividad de las plantas artificiales se aprecie de forma especial, eso no quiere decir que las naturales hayan dejado de ocupar un lugar importante en la decoración del hogar.
Están las personas que siempre preferirán armonizar sus ambientes colocando flores y plantas naturales, así como disfrutar de darles el cuidado diario necesario.
Pero los espacios no dejan de ser reducidos y cada vez hay menos probabilidad de contar con huertos o jardines. Por ello, los pequeños maceteros son esa opción para los amantes de las plantas naturales.
Tenerlas no tiene por qué ser menos innovador, ya que, como lo hace MG con su línea Monsters Colors, existen formas llamativas de decorar.
Mery Guevara, representante de esta creación, adquiere modestos arreglos florales, entre azulinas, pensamientos y miramelindas en varios colores para darle vida a sus maceteros, cuya temática está enfocada en el color. Esta alternativa decora y revive los espacios, a la vez que contribuye con la conservación de plantas dentro de la casa.
Según Guevara, en la actualidad existe gran interés por adquirir plantas para decoración y gran parte de este es bajo parámetros ecológicos. “A la gente no dejan de gustarle las plantas naturales”.
Los maceteros son importantes al momento de decorar, por lo que, como lo hace MG, se puede optar por opciones personalizadas para cada gusto y familia, evitando la repetición en cuanto a diseños.
La tienda de decoración Fiorella es otra opción para elegir plantas decorativas artificiales. Los tamaños y colores en este local son diversos y se combinan armoniosamente entre colores vivos, el verde de las hojas y el café de los tallos.
Las principales especies que se crean son bojs, ficus benjaminas o bambúes, que llaman la atención especialmente en espacios sociales de la casa.
El valor de esta opción decorativa, en el caso de las naturales, varía según el tipo de planta que se prefiera. Las plantas artificiales, en cambio, tienen un costo que se ajusta al tamaño, material, diseño y detalles en pétalos, tallos y hojas.
Un pequeño macetero puede costar desde USD 6 y uno grande puede llegar a costar hasta 40 dólares.