El humo del incienso y sus posibles daños a la salud envuelven a Europa y Asia en el debate

Li li, una extranjera de nacionalidad china coloca incienso en su local, tratando de conservar su cultura y costumbre. Foto: Archivo / EL COMERCIO

Li li, una extranjera de nacionalidad china coloca incienso en su local, tratando de conservar su cultura y costumbre. Foto: Archivo / EL COMERCIO

Li li, una extranjera de nacionalidad china coloca incienso en su local, tratando de conservar su cultura y costumbre. Foto: Archivo / EL COMERCIO

Que el humo que emite el incienso provoca un agradable aroma asociado muchas veces con el bienestar interior, no es algo nuevo. Pero que en Europa se debate sobre el posible daño que pueden generar en la salud estos productos, sí lo es.

El debate en torno a este tema trascendió en España, donde el Partido Popular presentó una iniciativa en el Congreso de Diputados en la que insta al Gobierno a eliminar del mercado algunas clases de ambientadores, velas perfumadas, inciensos, aceites y otros productos análogos que pudieran originar emisiones nocivas para los consumidores.

El pedido se sustenta en un estudio realizado por la Organización de Consumidores y Usuario (OCU), en el que se indica que la sección de productos analizados emiten "altos niveles de sustancias nocivas", como el benceno o el formaldehído, que son comparables, en términos de toxicidad y riesgos para la salud, al humo del tabaco, según el documento.

Pero el tema no se limitó a las fronteras españolas. De hecho se sostiene que a nivel europeo se han realizado estudios en Bélgica, Italia y Portugal, con idénticos resultados respecto a los productos analizados. Las alarmas se encienden al tratarse de artículos que son de uso habitual en el ámbito doméstico. "Aquellos que desprendan niveles muy elevados de sustancias perjudiciales no hay que emplearlos en lugares que carezcan de ventilación, ni en presencia de niños, embarazadas o personas que padezcan alergia o asma", argumentaron los miembros del Partido Popular.

El incienso también ha sido objeto de análisis en Asia. En un estudio sobre más de 61 000 ciudadanos chinos residentes en Singapur, a los que se controló durante 12 años, se halló una relación entre el uso frecuente de incienso y varios cánceres respiratorios. Los datos fueron publicados en la revista Cáncer.

El incienso se usó durante miles de años en las ceremonias religiosas de muchas culturas. En Asia, la gente suele usarlo en el hogar, como ocurre cada vez con más frecuencia en los países occidentales.

Estudios previos hallaron que al quemar incienso pueden producirse sustancias potencialmente cancerígenas, como el benceno y los hidrocarburos poliaromáticos. Sin embargo, ningún estudio hasta ahora había asociado la práctica de quemar incienso con un aumento del riesgo de cáncer en el tiempo, indicó el equipo del doctor Jeppe T. Friborg, del Instituto Estatal de Copenhague.

El equipo estudió a 61 320 hombres y mujeres chinos residentes en Singapur, de entre 45 y 74 años. Ninguno tenía cáncer al inicio del estudio. Los participantes informaron sobre el uso de incienso, incluida la frecuencia, el momento del día y la duración del uso en el hogar. En los siguientes 12 años, 325 hombres y mujeres desarrollaron cáncer de las vías respiratorias superiores, como cáncer nasal, oral o de garganta. Otros 821 desarrollaron cáncer pulmonar. El equipo halló que el uso de incienso estaba asociado con un riesgo estadísticamente significativo de cánceres de las vías respiratorias superiores, excepto el cáncer nasofaríngeo.

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