Los fotógrafos mexicanos Jorge Limón y David Ross ofrecieron una conferencia en Guayaquil sobre retrato político. Foto: Wladimir Torres / EL COMERCIO
David Ross pregona que la fotografía política, como un instrumento de la mercadotecnia, es una suerte de caballo de batalla con el que un candidato puede comenzar a ganar la ‘guerra psicológica’ de una elección antes de pelearla físicamente.
El retrato emocional, el tipo de fotografía en la que se especializa el estudio de Ross, cobra vigencia hoy más que nunca –dijo el experto- cuando son finalmente las emociones de los electores, las que dirimen las elecciones.
El veterano fotógrafo mexicano, que ha fotografiado a figuras como Vicente Fox, Carlos Slim o Rigoberta Menchú, y quien tiene a políticos ecuatorianos entre sus clientes, ofreció una conferencia en Guayaquil el pasado lunes 21 de noviembre, en compañía de su socio, Jorge Limón.
‘¿Cómo puede una fotografía ganar una elección?’ y ‘El retrato emocional’ fueron los temas de la conferencia organizada por la Universidad de Especialidades Espíritu Santo (UEES).
El estudio David Ross ha desarrollado durante los últimos 50 años un método que conecta la emoción del personaje retratado con las del espectador, a través del uso de drogas naturales del candidato, como la endorfina, dopamina y adrenalina.
También usa técnicas orientales (acupresión) de relajación y estimulación para eliminar el miedo escénico, estimular los músculos faciales y que afloren emociones en la imagen.
La foto propiamente dicha es lo más sencillo según los fotógrafos, en una sesión apuntalada por una iluminación que le ofrezca tridimensionalidad al retrato, a través del tono, los brillos y las sombras.
La fuerza del enojo ante un rival o ante la situación del país, para comunicar fuerza, determinación, firmeza puede a menudo ser malinterpretada como odio o desprecio hacia el elector, según Ross, algo contraproducente.
En el estudio llevan al candidato de pensamientos que los hagan sentir enojado hasta la felicidad, captando gradualmente en fotografías el tránsito entre un sentimiento y otro, en busca de la intersección de esos pensamientos.
“Si llevas a una persona del enojo profundo a la alegría hay un momento en que los dos sentimientos se intersecan, ese momento lo capta el espectador entre la fuerza del enojo, la potencia y el poderío de la persona; con la transición hacia un hombre bueno y humano, lleno de entusiasmo”, indicó Ross.
La interpretación de ese momento –según el fotógrafo- ofrece a menudo como resultado la imagen del líder, que inspira confianza, confiabilidad, veracidad y genuinidad.
La sesión abordada de este modo le ofrece al candidato y a su equipo de campaña una amplia gama de imágenes, con diferentes expresiones.
“Los políticos saben lo que quieren comunicar, el problema es que no siempre lo logran expresar en una fotografía”, apuntó Limón. “Nos hemos especializado en mandar mensajes al subconsciente, que es el que toma las decisiones. El cerebro reptiliano te acepta o rechaza en segundos, el racional solo justifica la decisión”.