El alcalde de Machala, Carlos Falquez Aguilar (izq.), entrega premio a Daniel Coka, ganador de la sexta edición del Salón de Junio. Foto: Cortesía Salón de Junio.
Una tira de ocho imágenes con espacios familiares cubiertos de camuflaje, creada por el artista cuencano Daniel Coka, impresionó al jurado de la sexta edición del Salón de Junio de Machala, que le otorgó el primer lugar en la edición del 2015.
Coka, de 24 años, es estudiante de Artes Plásticas de la Universidad de Cuenca y una formación previa en cine. Su obra creativa se enfoca en el performance, pero en esta ocasión su propuesta fue más gráfica. La intención era hablar de la familia, cuestionarla, mostrarla en forma de arte.
La obra es una crítica al Plan Familia, que reemplazó a la Estrategia Nacional de Planificación Familiar y Prevención del Embarazo en Adolescentes (Enipla). La obra se llama It´s All About Family (Todo sobre la familia), una frase tallada en un objeto de madera que decora el escritorio de Mónica Hernández, la responsable del Plan Familia.
“A mí me gusta tocar los temas de género y del cuerpo y aquí mi interés fue mostrar cómo el Gobierno impone al cuerpo como controlarse y sobre cómo se tiene que hablar de sexualidad”, dice el joven cuencano. “Hay una sociedad agresiva contra el cuerpo, es algo que todos los días lo vemos en las calles, en la televisión… Siete de cada 10 mujeres en Azuay son víctimas de violencia, es algo real”, añade.
Su obra es una serie de ocho fotografías de los espacios de su casa, cocina, sala, comedor, dormitorios… Su propuesta artística jugó con la idea de que el cuerpo está bajo una mirada militar, por eso las imágenes fueron modificadas en un programa digital para que esos espacios domésticos aparezcan llenos de camuflaje.
El jurado del Salón de Junio, conformado por Romina Muñoz y Cristóbal Zapata, se impresionó con el nivel de control intelectual y estético que el artista cuencano mostró en su obra. Aunque la pintura es predominante en esta convocatoria, el trabajo de Coka, que fue digital, fue recibido con empatía.
El trabajo de Coka, según la crítica del jurado “sugiere aspectos de auto-vigilancia que sirven como medios para grabar memorias familiares e historias personales de una manera bella y convincente”. El premio recibido es un incentivo para el artista cuencano que emprende nuevos proyectos que combinan su formación audiovisual con el arte plástico.