Imagen referencial. El reto onsiste en permanecer en una rueda giratoria a una velocidad excesiva, impulsada por la rueda trasera de un ciclomotor. Foto: Captura de pantalla.
Tyler Broome, un niño de 11 años, ingresó de emergencia, el 12 de septiembre del 2018, a un hospital de Reino Unido con el riesgo de sufrir un derrame cerebral. Su visión era borrosa y sus ojos estaban rojos, llenos de sangre.
Se desmayó cuando intentaba recrear el reto ‘Rotonda a la muerte’, que consiste en permanecer en una rueda giratoria a una velocidad excesiva, impulsada por la rueda trasera de un ciclomotor. En pleno acto, el niño perdió el conocimiento y cayó de rodillas.
Dawn Hollingworth, madre de Broome, en diálogo con la cadena informativa BBC Mundo, relató que los amigos que motivaron a su hijo a realizar el reto lo abandonaron en el parque de Tuxford, en Nottinghamshire, localizado en el centro de Reino Unido. Por suerte, lo encontró un joven que transitaba por el lugar.
Los doctores que trataron al pequeño dijeron que se trata de un caso insólito. Sus heridas se comparan a las que, regularmente, se observan en los pilotos de combate cuando sufren los efectos de la fuerza de gravedad. Eso sucede cuando no portan adecuadamente las máscaras de oxígeno.
Los especialistas explicaron que -debido a la potencia centrífuga generada por el giro- la sangre circuló indiscriminadamente y devino en la aparición de hematomas e hinchazón en su rostro. Además, alertaron que si el niño no tuviese un buen estado físico, ni hubiese recibido ayuda pronto, podría haber sufrido un derrame cerebral y, en un peor panorama, morir.
“Tyler es consciente de que hizo algo incorrecto y sus heridas son causadas por su propia estupidez. Sin embargo, cuando quedó inconsciente no tenía la capacidad para consentir. Sus compañeros simplemente continuaron y lo abandonaron”, comentó indignada Dawn Hollingworth, madre del niño.
Hasta este lunes, 17 de agosto del 2018, Broome permanece en un hospital local, mientras se recupera. Según informó BBC Mundo, la policía de Nottinghamshire, condado del Reino Unido, presentó un llamamiento de testigos para revelar más detalles sobre el incidente y encontrar a los adolescentes que huyeron del lugar, dejando herido al pequeño.